La Constitución dañada y más
Ante el grave incumplimiento de la Constitución, la insolidaridad manifiesta con el resto de autonomías (aunque revestida de "una mayor cohesión entre las comunidades" (?), según Rubalcaba), frente a una lengua impuesta por "deber", que ha dejado de ser un derecho, la dirección del PP decide la continuidad - hasta hay que ser "diferencial" - de Josep Piqué al frente de su formación en Cataluña. No ha sido suficiente que bendiga el acuerdo estatutario entre ZP y Más, ni que su segundo de a bordo, un tal Vendrell, apoyara claramente durante la ponencia del estatut el término nación. Antes al contrario: tanto uno como el otro forman parte ya del nacionalismo del centro-derecha, ese espacio reservado a CiU y por lo tanto perdido de antemano. Se ha echado a perder no solo la militancia, sino lo que es peor, gran parte de los votos del PP en Cataluña. No era ese el pacto entre cargos electos y electorado, por lo que cabe hablar de traición política. Hoy ya tenemos dos PP, el español y el catalán, según capricho de Mariano Rajoy. Nos gustaría saber quién le aconseja.
