No pueden ser tan malos
Ayer escuché en el Congreso las declaraciones del señor Blanco, ministro de Fomento, y me quedé perplejo. Los argumentos que esgrimió para justificar la prórroga del estado de alarma fueron terroríficos, casi apocalípticos. Vamos, que se pasó tres pueblos, de rosca, de frenada y, sobre todo, le faltó sosiego, mesura y sentido común. Porque si nos atenemos a los argumentos que utilizó para descalificar a los controladores, estos señores son poco menos que auténticos desalmados, golpistas, truhanes, vagos y maleantes. Sobreactuó de tal manera que lo que dijo no se lo tragan ni los cocodrilos. No es textual, pero así, a vuela pluma: "... esto no es un problema laboral, es un chantaje al gobierno... es un ataque clarísimo a la soberanía nacional... el gobierno ha salido en defensa de los ciudadanos en peligro... estos señores ganan más que nadie y no pegan un palo al agua... se quejan por vicio... son insolidarios... y un bla, bla, bla de lo mismo hasta caer en el ridículo cuando empleó el argumento de, insisto, no es textual: "fijaros, el año pasado hubo un controlador que, solo en horas extraordinarias, se forró, no sé si llegó a ganar casi cuatro millones de euros, fijaros...". Le faltó decir "tío"; de colegio. Mire Sr Blanco, los controladores hicieron mal en hacer lo que hicieron pero usted como responsable de AENA y ministro de Fomento lo hizo, lo ha hecho y quiere seguir haciéndolo peor. Usted, para tapar sus miserias, pretende llevarlos a la hoguera, y lo que está consiguiendo es redimirlos del grave desacato que cometieron. Por favor callese. Atentamente.
