Y tiro porque me toca

Los plebiscitos, como se ha visto, los monta el diablo, y el brillante, y supongo que escaldado Premier británico, perdió la consulta y tuvo que salir corriendo con el rabo entre las piernas. Theresa May ha adelantado las elecciones para no tener que hacer un segundo referéndum sobre el Brexit. A primera vista evidencia más talento a la espera de una victoria en las urnas, basada en el sistema mayoritario británico. Veremos.

Para tratar de acercarse al pensamiento inglés, hay que partir de un principio: “todo inglés te trata como igual, con tal de que tú le trates a él como superior”. Muy superior se considera la tildada y displicente señora May cuando dice sin ruborizarse que el Brexit no cambiará los poderes europeos de la City y que las agencias de la Unión establecidas en Londres no se moverán del sitio. Vamos, que el Continente está aislado porque hay niebla en el Estrecho.

Nadie otea con responsabilidad un panorama pos-Brexit mínimamente atractivo y razonablemente equilibrado. De momento todo es confusión, suposición y amenaza. De los unos y de los otros. Parece claro, sin embargo, que el resultado final será malo para todos. Los ingleses, con su anciana Reina a la cabeza, mantendrán el espíritu de un imperio sin territorios (Gibraltar excluido) y, a lo que se ve, los europeos no saben a qué atenerse: si ir al enfrentamiento o ceder resignada y progresivamente.

Como primera consecuencia Doña Theresa aspira a reforzar su mayoría, barrer a los laboristas, aplacar a los eurofobos y seguir machacando a los liberales. Todo sea porque el resto de los europeos nos sigamos considerando inferiores. De referéndum a elecciones. Y tiro porque me toca. ¡Dios salve a la Reina!


Luis Ángel de la Viuda

luisangeldelaviuda@gmail.com

 
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