Sánchez y la travesía por el desierto

Refugiados.

Pedro Sánchez lo ha vuelto a hacer. Sin consultar, por sorpresa y sin recibir nada a cambio ha borrado de un plumazo casi 50 años de posición internacional de España sobre el Sahara. La cara de Feijoo el sábado era un poema. Es inaceptable que el principal partido de la oposición tenga que enterarse de la política exterior de España “a través de un comunicado del Gobierno de Marruecos”, decía amargamente. Él, que desde el primer día quiso tender puentes para el entendimiento entre PP y PSOE. Él, que quería demostrar que los dos grandes partidos podían apoyarse en temas clave para España. Él, que ha asegurado estar siempre a disposición del Ejecutivo para discutir y pactar la estrategia exterior, ha probado ya de la medicina de Sánchez: ni lealtad ni transparencia.

El presidente lo ha hecho como a él le gusta, al más puro estilo “el Estado soy yo” de Luis XIV. Sin preguntar a nadie, porque él lo vale. Sánchez ha reventado la posición fijada por España durante nada menos que 47 años, al anunciar que apoya que la ex colonia española del Sáhara Occidental se convierta en una región autónoma dentro de Marruecos, que es la posición defendida por Rabat durante años.

Con esta cesión -sin contrapartidas- Sánchez traiciona también todos sus acuerdos de su investidura con los partidos de izquierdas y contradice el propio programa electoral del PSOE en materia de política exterior, ¡redactado por el propio ministro de Asuntos Exteriores! José Manuel Albares lo escribió para las elecciones europeas y el sábado anunciaba exactamente lo contrario de lo que él mismo redactó. Y no, no se le cayó la cara de vergüenza. Se agotan los calificativos para este Gobierno... Es, simplemente, increíble. 

Los líos internos que vienen son solo parte del problema. El cambio de postura de España ha provocado que, en plena crisis energética y con el tema del gas copando las portadas, Argelia llame a consultas a su embajador en Madrid. El Gobierno español, por su parte, ha asegurado que informó previamente a Argelia porque es “un socio estratégico” para España. Pero Argelia lo niega. ¿A quién se creen?

La travesía de Sánchez por el desierto -que ya no es nuestro- ha comenzado. Esperemos que no se convierta en un camino de no retorno para todos los españoles.

Miguel Ángel Rodríguez Caveda es periodista, ganador de tres premios Emmy y presidente de la agencia internacional de comunicación 3AW.

 
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