La contradicción está descontada

Rajoy no cumplió lo que prometió antes de ganar las elecciones en 2011. Pero, a lo de ahora: Rivera nunca pactaría con el PSOE y ahora presume de haber pactado. El PSOE clamaba contra el populismo y ahora mendiga su apoyo, y pide a Tsipras que interceda. Los dirigentes de Podemos eran íntimos del Maduro de Venezuela y ahora derraman amor por los países nórdicos...

Ya decía Tierno Galván, el viejo profesor más sabio que estos tiernos de Podemos, que “las promesas electorales se hacen para no cumplirlas”. Cinismo, pero asumido. En cambio, cuando se le pilla en una contradicción, Iglesias dice que hay que “cabalgarlas”, algo que está en el manual del marxismo-leninismo. Errejón acusa al pacto PSOE-C’s de “contradicción”. ¿ Esa no se cabalga? A quien ha descabalgado Iglesias es al secretario de organización de Podemos. Palabras, palabras, palabras...

Esto ocurre en las democracias, porque la democracia es imperfecta, “y siempre lo será”. En la representación el pueblo cede el poder, al menos temporalmente. ¿Ensayamos la democracia asamblearia como quería el mito del 15-M? Acaba con una cúpula rígida, dirigentes máximos enfrentados entre ellos y los regionales diciendo “no es esto, no es esto”. Y de vez en cuando, como en Alicia en el país de las Maravillas: “¡Que le corten la cabeza!” Mencheviques y bolcheviques: historia antigua.

Esto pasa por creer que la simple palabra “democracia” trae todos los bienes. Lo que tenemos es un gobierno sin el pueblo, medianamente para el pueblo y desde luego no por el pueblo, sino por unos representantes que solo son juzgados cada cuatro años.

Se dice: pero en las elecciones del 2015 el pueblo ha hablado y su voluntad es la de que hay que pactar. ¿Es acaso un solo individuo el Pueblo? Cada individuo vota una cosa y luego los políticos hacen sus alquimias en probetas y retorteros con la antigua técnica de Juan Palomo.

En los días pesimistas pienso que solo hay una realidad: aquello de ajo y agua.

 
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