El chotis de Madrid
Sánchez ha vuelto a decir que no va a imponer, ni a tutelar nada a la Comunidad de Madrid, como si no supiera lo que significan esas dos palabras:’imponer’: exigir a alguien cumplir, soportar, una carga, una obligación”; ‘tutelar’:’ guíar o proteger a alguien inferior, necesitado de apoyo”. La presidenta de Madrid ha conseguido implicarle en algo que él no quería hacer: pringarse en el asunto de solucionar la pandemia. Se lo había dejado a las las comunidades autónomas, después del estado de alarma general, para que gestionaran las competencias de salud.
El nuevo estado de alarma en Madrid ha afectado, además de a la capital, a unos cuantos municipios gestionados por alcaldes socialistas, sin contar con ellos, como tampoco lo había hecho con el alcalde de Madrid. Y están todos que se suben por las paredes, con eso de que afecta a las ciudades con más de 100.00 habitantes, ante el deterioro que supone esa medida para la verdadera salud ciudadana: más paro, más cierres, menos libertad para moverse por donde te dé la gana, aunque sea con mascarilla, que parece ser lo más útil.
Da la impresión de que ha sido una medida improvisada, ya que antes de que empezara a aplicarse ya estaban disminuyendo los casos de pandemia en la comunidad de Madrid. El ministro de sanidad acusó a la presidnta de no hacer nada. Se le había acabado la paciencia, porque no hacía lo que él quería, en vez de esperar como han hecho todas las demás personas, a ver los resultados favorables que se estaban produciendo.
“No hay peor ciego que el que no quiere ver”, dijo probablemente pensando en si mismo, ante la magnitud del fracaso que ha situado a España en cabeza de infectados por la pandemia. Y esto no es un chotis, aunque lo parezca.
