Corrientes de fondo

Dos informes casi simultáneos han venido a dar una imagen poco grata de España. Y digo de España y no de la economía española porque ambos estudios coinciden en lamentar cuestiones políticas con influencia directa en la economía, pero políticas, al fin y al cabo. El Fraser Institute de Canadá nos degrada en su clasificación de libertad económica (no es la única ni la más prestigiosa calificación, pero tampoco es una frivolidad). La Consultora AT Kearney nos echa del top 25 de atracción para la inversión exterior (un salto atrás del puesto 17 al 35). Vaya por delante que estas dos clasificaciones no responden a normas ni contenidos reglados y, por ello, sus estudios no son tan decisivos como los que pudiera hacer una agencia internacional de rating, al estilo Moody’s o Standard & Poors, a las que, por cierto, ahora acusan de no detectar a tiempo los problemas de las hipotecas basura. Será que los bancos centrales ya no tienen nada que ver con la supervisión financiera. 

A lo que iba. La clasificación del Fraser viene a decirnos que en España se están perdiendo las garantías jurídicas para invertir. Se nos tilda de tener una normativa voluble; se nos advierte sobre las administraciones abusivas y, por ende, arbitrarias; se constata la inconsistencia de una normativa de conjunto en el mercado nacional, o lo que es lo mismo, de ruptura del mercado, tanto en materia fiscal como en regulación industrial y comercial. En resumen, que ni las Administraciones ni los organismos reguladores sectoriales cumplen con su deber.

En el informe de AT Kearney, por añadidura, se habla de cuestiones tan poco seductoras para los inversores como el estancamiento de la productividad, lo que nos lleva entre los inversores europeos al lugar 47 de sus preferencias. Y tras los informes, los datos objetivos. El coste de los credit default swap sobre bonos españoles ha pasado de 5 puntos básicos en marzo de 2007 a 40 puntos básicos en este mes. Y eso ya no son juegos de laboratorio entre universitarios aburridos y consultores interesados.

 
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