“Pole position” para Rajoy

El PP ganó el pasado domingo las elecciones municipales celebradas en toda España al sacar 161.000 votos más que el PSOE. Este es el dato político más relevante de una jornada electoral que todo el mundo ha considerado como un ensayo de las elecciones generales previstas celebrar en marzo del próximo año, pero que el Presidente del Gobierno, en uso de su prerrogativa constitucional, podría adelantar al próximo otoño.

Después de su derrota electoral en marzo del 2004, estas han sido las primeras elecciones de ámbito nacional que gana el PP, lo cual supondrá sin ningún género de duda una inyección de moral para el presidente de los populares, Mariano Rajoy, de cara a esa próxima cita de las generales. Hasta la fecha, quien ha ganado las elecciones municipales, ha conseguido también la victoria en las siguientes generales. Así, por ejemplo, en las municipales de hace cuatro años, con el PP en el Gobierno de España, el PSOE sacó 200.000 votos más que los populares y un año más tarde ganó la elecciones generales. Lo mismo, pero al revés, sucedió en 1995: el PP ganó las municipales de aquel año con el PSOE en el poder y al año siguiente Aznar llegó a la Moncloa.

Si la cara es el espejo del alma, la de Rajoy en la noche del pasado domingo reflejaba una alegría de quien era consciente de que se jugaba mucho en este envite. Si el PP hubiera sacado menos votos que el PSOE nadie hubiese cuestionado el liderazgo de Rajoy de cara a las generales, pero casi todo el mundo estaría ya descartando la posibilidad de una victoria de los populares. Ahora todo será distinto: el PP ha sacado mas votos que su principal rival y su presidente ha conseguido la “pole position” en esa particular carrera que mantiene con Zapatero.

Junto a este dato de indudable relevancia política, hay otros tres que por diferentes motivos merecen ser destacados. El primero, la pérdida de la mayoría absoluta en Navarra por parte de Unión del Pueblo Navarro y del CDN de Juan Cruz Alli. Se han quedado a un escaño de conseguirla, por lo que ahora cabe la posibilidad de que los socialistas, que han sido terceros, lo que supone un estrepitoso fracaso, puedan formar gobierno con la coalición de partidos agrupado en torno a “Nafarroa Bai” y a Izquierda Unida. Aunque pueda resultar muy difícil a Zapatero y al PSOE justificar un gobierno en Navarra con los partidos nacionalitas que quieren la integración de la Comunidad Foral en Euskadi, si necesita hacerlo dentro de su proceso de negociación política con ETA, lo hará.

En segundo lugar, el hecho más grave y más triste desde el punto de vista democrático de la jornada electoral del pasado domingo, ha sido la vuelta de ETA-Batasuna a los Ayuntamientos del País Vasco y de Navarra a través de esa tapadera que es ANV y esto gracias a Zapatero y al Fiscal General del Gobierno que no del Estado, Cándido Conde Pompidu. ANV ha logrado la mayoría absoluta en 25 Ayuntamientos del País Vasco y de Navarra y la mayoría relativa en 15. En total, 439 concejales en las instituciones municipales, en lo que supone un claro retroceso democrático.

Y el tercer dato muy relevante, el espectacular triunfo de Esperanza Aguirre y de Alberto Ruiz Gallardón en la Comunidad y en el Ayuntamiento de Madrid respectivamente. Los dos han conseguido unos resultados, reitero, espectaculares. Aguirre ha sacado 20 puntos porcentuales de ventaja a su oponente, Rafael Simancas, y Gallardón 25 a su rival, el candidato puesto a dedo por Zapatero, Miguel Sebastián.

En pura lógica, cosa que en política no es muy frecuente, debería producirse una grave crisis en lo que antes se llamaba la Federación Socialista Madrileña, porque el bacatazo tanto de Simancas, que es el secretario general del PSOE en Madrid, como de Miguel Sebastián, es de los que hacen historia. Es previsible que los casi 600.000 votos de diferencia que el PP ha sacado al PSOE en la Comunidad de Madrid obliguen a la adopción de algún tipo de medidas por parte de la ejecutiva federal de los socialistas, pensando fundamentalmente, en el peso que esa diferencia, si se repitiera, pudiera tener en las próximas elecciones generales.

La campaña para las próximas elecciones generales ya está lanzada. La duda y este será el debate de las próximas semanas, que sólo Zapatero puede atajar, es si el Presidente contempla o no a la vista de lo sucedido el domingo un adelanto electoral. Tendrá que medir muy bien la decisión que tome, porque tanto un adelanto como no tiene sus ventajas e inconvenientes. Y además en manos de ETA está ponérselo más difícil. Si no cede a sus pretensiones –Navarra, mesa de partidos, etc- la banda terrorista podría tensar la cuerda de la única manera que lo sabe hacer. Y si Zapatero cede, será mucho peor.

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato