Rajoy versus Zapatero
El programa de TVE, copiado de la televisión francesa, “tengo una pregunta para usted” y por el que en el último mes han desfilado tanto el Presidente del Gobierno como el líder de la oposición para someterse a las preguntas de cien ciudadanos, ha sido una oportunidad magnífica para poner en evidencia algunas cosas que pueden servir para que los seis millones de españoles que como media vieron ambos programas se hagan una composición mas exacta de quien es quien en nuestra vida política.
Como este es un artículo de opinión y lo que esperan los lectores es que uno de la suya, lo voy a hacer con toda claridad: creo que Rajoy demostró ser un político más capaz, con una mayor preparación, con más peso específico, con más ideas y con menos palabras huecas y vacías que Zapatero. El actual líder del PP supo estar más cercano a sus entrevistadores sin necesidad de tutearles como hizo en su día el Presidente del Gobierno. Aguantó a pié firme, sin perder la compostura, algunas preguntas planteadas con un tono de agresividad y dureza quizás excesivo.
Rajoy tiene motivos para estar más que satisfecho de este “duelo al sol” con Zapatero en el que claramente ha salido ganador. Así lo ponen de manifiesto todas las encuestas que se han realizado en diversos medios de Internet y también lo reconoce otra encuesta distinta pero significativa: la cara de cabreo, con perdón, que tenía la Vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, el pasado viernes en la rueda de prensa celebrada tras el Consejo de Ministros cuando se la preguntó por esta cuestión. Hasta El País dedicaba el pasado sábado un editorial laudatorio a la actuación del líder de la oposición.
El líder del PP mostró su forma natural de ser: una persona moderada, templada, centrada, con sentido común, “normal” como a él le gusta decir y que tanto molesta a algunos que se dan por aludidos y que al parecer no se sienten “normales”. Ese es el Rajoy en estado puro y el que de seguir en esa línea, puede albergar serias aspiraciones de ganar las próximas elecciones generales, precisamente porque puede captar el voto de la franja centrista del electorado.
Por el contrario, la inconsistencia como líder político de Zapatero es cada vez mayor y se pone más en evidencia. Lo del “talante” le sirvió para el arranque de legislatura, pero eso ya no cuela. Se le ve muy justito, con tendencia a improvisar, a pronunciar frases hechas, huecas y vacías, o bien a responder –como sucedió en el programa de marras- a las preocupaciones concretas de los ciudadanos, con una cascada de datos macroeconómicos que poco tenían que ver con la cuestión planteada.
Al final, el voto de los ciudadanos se decide por un conjunto de factores entre los que uno no menor, sobre todo para un público no muy ideologizado, es la confianza que transmite el candidato. Y que quieren que les diga. Después de observar, ver y analizar los tres años de Zapatero en la Moncloa uno llega a la conclusión de que ha sido el peor Presidente del Gobierno que hemos tenido en España desde hace muchos años. Por eso, no creo que en el caso que los ciudadanos así lo decidieran, le resultara muy difícil a Mariano Rajoy mejorar esa situación. De momento, en el duelo televisivo con los cien ciudadanos ha ganado por goleada.
