La niña criada por lobos engaña a millones de lectores con su autobiografia

“Inspirada en una historia autobiográfica, es una película cautivadora y edificante sobre la crueldad de los hombres y la compasión de los animales”. Así presentan estos días en las pantallas francesas la película “Survivre avec les loups", que ya ha sido vista por más de medio millón de personas.

Misha Defonseca, la protagonista, escribió hace unos años la historia de su infancia. Una historia que conmovió al mundo entero: una niña judía salvada por una camada de lobos durante la segunda guerra mundial, y que Véra Belmont ha transformado en una película, que ha conmovido hasta a Simone Veil (ella misma judía y deportada) el día del estreno.

Pero todo se ha venido abajo cuando Misha Defonseca se ha visto obligada a confesar que todo es mentira, que ni ella es judía, ni sus padres fueron deportados, ni sobrevivió durante tres años en los bosques cuidada por lobos, puesto que no abandonó Bruselas durante toda la guerra.

Ha sido un periodista belga del diario Le Soir el que ha descubierto la superchería. Al oir que Misha Defonseca nunca había recuperado a sus padres, decidió investigar para seguir su rastro hasta los campos de exterminio nazis donde había muerto. Pero en sólo diez días ha podido llegar a la conclusión de que Misha no es judía, sino católica; que sus padres fueron detenidos, no por judíos, sino por pertenecer a la resistencia; y que no recorrió los bosques alemanes en busca de sus padres, sino que asistió al colegio en esas fechas.

Misha Defonseca, puesta en evidencia, ha tenido que confesar que todo es una mentira. En Le Figaro del viernes admite que se ha inventado toda la historia y pide perdón a todos los que se sienten traicionados.

En realidad no se llama Misha Defonseca sino Monique Dewael. Cuando era pequeña decían de ella que era “la hija del traidor” porque su padre era sospechoso de haber hablado bajo la tortura en la prisión de Saint-Gilles. Y sintiéndose despreciada por todos, excepto por su abuelo, se construyó un universo personal que hasta cierto punto formaba parte de su vida real pues cuando estando un día en una sinagoga le pidieron que contara su historia con ocasión del Yom Hashoah (Día del recuerdo del Holocausto), no dudó en recitarla con toda naturalidad. “Cuando subí a la bimá (púlpito) tomé conciencia de que iba a hablar por la primera vez. Me deshice en lágrimas y después, dulcemente, a trozos, me puse a contar. Los asistentes, y los míos, todos lloraban”.

Después comenzaron a llamarla de distintas universidades americanas para que “reviviera” su infancia, y una editoria le propuso que la pusiera por escrito. Al principio se negó pero sus amigos le pidieron que lo hiciera “por las generaciones futuras”.

Ahora, descubierto el engaño insiste en que ella contaba “mi verdad”, la que había querido creer durante toda su existencia, y que nunca quiso escribirla ni ganar dinero con ella. “Es mi editora americana la que ha visto una mina de oro con mi vida y es la única que se ha aprovechado”, acusa Misha (¿Monique?). “Survivre avec les loups” ha sido traducido a 18 idiomas y ha conmovido a millones de lectores.

 
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