Un festival publicitario sin presidente
La última edición de El Sol Festival Publicitario Iberoamericano, celebrado la semana pasada en San Sebastián, tuvo una noticia que eclipsó uno de los mejores palmarés de los últimos tiempos. ¿Por qué razón? Ni más ni menos que porque el presidente del Jurado de Cine/TV y Radio, el publicitario brasileño Marcio Moreira, dimitió del cargo y se marchó para su país con un enfado monumental.
El personaje tomó esta decisión por tener posiciones "irreconciliables" con el resto del jurado, formado mayoritariamente por creativos españoles y argentinos, y de otros países. Moreira dice que vio movimientos raros, que aquello no eran muy objetivos y no se le estaba haciendo caso. Por su parte, el resto de creativos consideran que el presidente funcionó con esquemas del pasado.
Total, que el hecho es que esta guerra no hace ningún bien a nadie. Ni al propio Moreira -que obviamente no volverá a san Sebastián ni en pintura- ni a la organización (la Asociación Española de Agencias de Publicidad -AEAP-).
Se diga lo que se diga en cualquier festival supone un jarro de agua fría que el presidente de un Jurado haga las maletas. Primero, por la credibilidad del mismo y segundo porque El Sol se juega gran parte de su futuro precisamente en las inscripciones provenientes de Latinoamérica. Y un caso como el de Moreira no ayuda nada, si bien es cierto que creativos de prestigio como el argentino Fernando Vega Olmos no le dan mayor importancia a este escándalo.
Nadie va a tratar de ocultar en pleno siglo XXI que en cualquier Jurado formado por personas se pueden cometer y de hecho se comenten errores.
Algunos de importancia. Y no hablo por esta edición, que ha sido una de las más aplaudidas por los delegados.
En mi opinión, sería bueno que la AEAP -con Miguel Ángel Bañuelos a la cabeza- sacara experiencia de la movida de este año para que no se repita un caso tan triste y lamentable. La huida de Marcio siempre dejará una sombra de duda o, al menos, comentarios de pasillo que no benefician a nadie. Seguro.
