“La lucha armada como única solución”

“Oye tú, cabrón, te voy a arrancar la piel a tiras; te voy a dar siete tiros, fascista de mierda. Si eres hombre ven aquí. Ven tú aquí si tienes huevos, enano, borracho, cabrón. Dos cosas te voy a decir, cabrón: creo en la lucha armada como única solución y seguiré hasta que me muera o hasta que me maten... Creo en la lucha armada hasta la consecución de una Euskal Herria independiente, reunificada, socialista y euskaldun”.   El autor de todas estas reflexiones de gran calado “intelectual” y que suponen una gran aportación al pensamiento de la humanidad no es otro que un miembro de ETA. ¿Su nombre? Es lo de menos, pero por si alguno tiene curiosidad, el “angelito” se llama Iñaki Bilbao Goikoetxea. Está condenado a 45 años de cárcel por el asesinato en el 2002 del concejal socialista de Orio, Juan Priede. Todos los insultos, amenazas y demás lindezas que están recogidos en el párrafo anterior los escupió este terrorista el pasado jueves en la Audiencia Nacional durante el juicio que se sigue por haber amenazado hace tres años al magistrado Baltasar Garzón mientras que este le tomaba declaración.   Casi a la misma hora y a escasos metros de donde se producían estos graves y significativos incidentes, el Presidente del Gobierno anunciaba en el Palacio de la Moncloa que “nos acercamos a momentos trascendentales en cuanto a las posiciones de fondo” en referencia al mal llamado “proceso de paz”. Desde luego, no eligió Zapatero el mejor día para hacer esa declaración, por otra parte tan vacía de contenido como a las que nos tiene acostumbrados. Si es verdad que “una imagen vale más que mil palabras”, el ver por televisión al energúmeno de Iñaki Bilbao y a continuación al Presidente del Gobierno decir lo que dijo, el contraste resultó muy fuerte.   Pero Bilbao no habla por “boca de ganso”. No es un caso aislado dentro de ETA por mucho que el ministro más experto en la manipulación y en la mentira, es decir, Rubalcaba, se haya apresurado a decir que la actitud “psicópata” de Bilbao y de Txapote no es la del conjunto de los presos etarras. Si en el supuesto, nada recomendable por otra parte, de que los miembros de la banda terrorista y de su brazo político, Batasuna, fueran objeto de una encuesta, sus contestaciones y comentarios no distarían mucho de lo manifestado por Iñaki Bilbao la pasada semana en la Audiencia Nacional. ¿Hay mucha diferencia entre este terrorista y Arnaldo Otegui o Joseba Permach? No lo creo; quizás en las formas, pero no en el fondo. Son personas que han crecido en el odio, en no respetar algo tan elemental como es el derecho a la vida y la libertad de las personas. Son incapaces de pedir perdón por todas las atrocidades que han cometido estos últimos cuarenta años, unos señalando y otros apretando el gatillo.   Con esta “gentuza” es con la que está negociando el Presidente del Gobierno. Con estos es con quien Zapatero está dispuesto a hacer concesiones políticas. Con Batasuna, el brazo político de ETA, que por ser parte del entramado terrorista, fue ilegalizada, se sentó a hablar el PSE, ofendiendo a todos los españoles y de manera muy especial a las víctimas del terrorismo. ¿Se ha olvidado Zapatero y Patxi López de la figura destrozada de Pilar Ruiz Albisu, madre de Joseba Pagazaurtundua, a las puertas del hotel donde se reunió el PSE con Batasuna, diciendo que con la memoria de su hijo no se juega?   Zapatero no se cansa de repetir como un papagayo que lo que él, de forma vergonzante por su mimetismo con el lenguaje de los terroristas, llama “proceso de paz”, va a ser “largo, duro y difícil”. Habría que apostillar que una parte muy importante de esa dureza a la que se refiere está motivada por la falta de escrúpulos, de principios, de valores éticos, morales y democráticos de un Presidente que está empeñado un conquistar una paz, que no será tal si no está cimentada sobre una verdadera libertad y sobre la memoria, dignidad y justicia a las víctimas del terrorismo.

 
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