La sonrisa serena de los Hombres G

Nos gustan las historias crudas. En los momentos bajos, cuando el corazón se vuelve gris y olvidamos lo que es la sonrisa, la música entra mejor y se convierte en bálsamo, caricia y abrazo. La compañía de alguien que nos entiende, que canta historias dolorosas con las que tal vez podamos identificarnos, siempre tienta nuestro renqueante corazón. Quizá es la razón por la que tantas veces triunfan esas canciones con historias tan poco cotidianas, tan tristes, y tan amargas. Quizá a la hora de reír, en los buenos tiempos, cuando todo es fiesta y alegría, el bullicio de nuestras celebraciones nos impide ese reposo necesario para escuchar en profundidad otro tipo de canciones con las que también podríamos identificarnos. Es una lástima dar la espalda a tanta y tan reconfortante música. Deberíamos abrir un poco más las puertas a la música de la felicidad.

Aunque también es cierto que es más fácil escribir bien historias tristes y amargas que retratar con acierto finalices felices. Es más complicado dar en la diana cuando se trata de contar historias de amor que no acaban mal o cantar pequeños triunfos personales. En España tenemos algunos –pocos- expertos en contar con acierto eso que sentimos cuando nos encontramos bien, cuando algo nos ha salido bien, cuando hemos escapado de un largo tormento y empezamos a levantar la cabeza vislumbrando aquello que a veces bautizamos como una buena racha.

Dentro del amplio espectro de las canciones optimistas, siempre me han atraído especialmente aquellas que suponen un canto a la vida. Canciones llenas de esperanza –como esa “Canción Optimista” del último disco de Indras, o como aquella titulada “Siempre Así”, gran éxito del grupo del mismo nombre-, que empujan a uno a levantarse y aprovechar el día con la intensidad del que no sabe si mañana tendrá otra oportunidad. Con idea de dejar todas las cuentas saldadas y esparcir en su entorno el mayor número de sonrisas posibles, para que, si mañana nos sucede alguna tragedia –lo más humano del mundo-, nadie nos recuerde con el gesto torcido o al borde del llanto. Lo bonito de este “carpe diem” que nos susurran muchas canciones no es la improbable amenaza de la tragedia, sino la voluntad de aprovechar al máximo cada día de nuestra vida, como si fuera el último de todos cuantos nos han regalo a lo largo de nuestra existencia.

Hoy uno de los grupos más importantes de la historia de la música española ha dado en el clavo con una gran canción cargada de optimismo. Hablo de los Hombres G y su nuevo single, “Me siento bien”. Una canción sencilla, que recuerda a los mejores momentos del grupo liderado por David Summers y que muestra con nitidez una de las principales virtudes de esta banda: su eterna juventud musical. Esa es su garantía de éxito. No ocultan un punto de madurez en las letras y en las melodías, no han renunciado a la evolución musical, el tiempo ha pasado bien sobre todas sus canciones. Tenían todos las condiciones necesarias para irse –musicalmente- por las ramas con las canciones su nuevo disco, y sin embargo no han perdido ni un punto de frescura en sus nuevas composiciones.

Nos presentan este “Me siento bien”, que fotografía, en un ritmo sereno y agradable, un amanecer cargado de buenas vibraciones. Una canción con la que podrán llegar al corazón de todos aquellos que ansían despertarse y tener algo que celebrar en el nuevo día. Una canción para quienes son felices, o tienen ganas de serlo, para aquellos que están dispuestos a vivir, por un día, la utópica experiencia de saludar a la gente por la calle, ir cantando y dando palmas por las esquinas, pisar el freno y dejar cruzar, unos metros más allá, a la ancianita, aunque tenga el semáforo en rojo. Dicen que esa utopía empieza a hacerse real por uno mismo.

Los fans de Hombres G puedes estar seguros de que vienen buenos tiempos para la música española. Si este “Me siento bien” es el tema que abre su nuevo disco, “Diez” –que saldrá el próximo 18 de septiembre- será con seguridad otra excelente colección de canciones destinadas a alegrar un poco más la existencia a los miles de seguidores de Hombres G que pueblan España y América.

Gracias a David Summers, Dani Mezquita, Rafa Gutiérrez y Javi Molina por permitirse pintar una enorme y serena sonrisa en estos tiempos tan apresurados, agitados y trágicos que atravesamos.

 
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