El PDeCAT y Podemos se hunden

Los constitucionalistas alcanzan la mayoría absoluta en Cataluña

Encuestas de Génova concluyen que C’s, PSC y PP obtendrán más de 2 millones de votos y superarán la barrera de los 68 diputados. Han pactado que gobierne el que obtenga más escaños de los tres

Mariano Rajoy, Pedro Sánchez y Albert Rivera.
Mariano Rajoy, Pedro Sánchez y Albert Rivera.

El Gobierno ya ha pedido formalmente al Senado que le permita la aplicación del 155 en Cataluña para, entre otras cosas, convocar elecciones y devolver la normalidad política a la región. De cara a esos comicios, Rajoy ha pactado con Sánchez y Rivera la formación de un bloque constitucionalista que, uniendo fuerzas tras las votaciones, evitaría un nuevo Govern independentista.

Desde Moncloa se insiste en que Puigdemont tiene aún dos semanas para evitar que el gobierno de la Generalitat sea intervenido por el Estado. Para ello, el president puede anunciar que renuncia a la independencia o convocar elecciones autonómicas antes de que se celebre el pleno en el Senado para la aplicación definitiva del 155.

Ambos escenarios, sin embargo, parecen lejanos, por lo que, de no producirse ninguno de los dos, será el Gobierno, después de asumir competencias de la Generalitat, quien tenga la potestad de convocar elecciones en Cataluña. Unos comicios para los que tanto el Gobierno, como el PSOE y Ciudadanos tienen ya una hoja de ruta que ha sido pactada en los últimos días.

Pacto del bloque constitucionalista

Así lo aseguran a El Confidencial Digital tanto fuentes gubernamentales como altos cargos del PP, que hablan de un pacto alcanzado por Mariano Rajoy, Pedro Sánchez y Albert Rivera para la formación de un bloque constitucionalista en Cataluña aprovechando las próximas elecciones autonómicas. Un pacto que supondría la salida de los nacionalistas e independentistas del Govern.

En ese sentido, desde Moncloa y Génova aseguran que el partido maneja varios sondeos que otorgan a Ciudadanos, PSC y PP entre medio y un millón de votos más con respecto a las últimas elecciones autonómicas en Cataluña, celebradas en clave plebiscitaria el 27 de septiembre de 2015.

En esos comicios, en los que la antigua Convergència y ERC concurrieron juntos bajo la marca de Junts pel Sí y lograron 1.628.714 votos, los partidos constitucionalistas, entre los tres, sumaron un total de 1.608.840 papeletas. Un resultado que no fue suficiente para impedir que la coalición independentista formara gobierno gracias al apoyo de la CUP.

La situación ahora, y según los estudios demoscópicos de Génova, ha cambiado radicalmente. En primer lugar, porque “nuestros votantes, que formaban buena parte del millón que no votó hace dos años, se ha movilizado”, y también porque “los tres partidos subimos porque cogemos votos de formaciones rivales”.

Concretamente, añaden las mismas fuentes, Ciudadanos y PP se beneficiarán de los votantes históricos de Convergència contrarios a la independencia que además están preocupados por la fuga de empresas de Cataluña. El PSC, por su parte, recuperará a gran parte del electorado que se fue a Podemos hace dos años.

Así las cosas, y de confirmarse las previsiones de Génova, Ciudadanos, PSC y PP sumarían entre los tres más de dos millones de votos, lo que supondría una mayoría absoluta de las fuerzas constitucionalistas en el futuro Parlament de Cataluña, superando la barrera de los 68 diputados.

Gobernará el candidato más votado de los tres

Esa circunstancia, “impensable” hace poco tiempo, será aprovechada por estos partidos para impedir un nuevo Govern separatista. Para ello, han pactado que el candidato que consiga más escaños de los tres, recibirá el respaldo, en la votación de investidura, de los otros dos grupos parlamentarios.

 

De esa forma, Moncloa descarta una candidatura conjunta integrada por PP, PSC y C´s, tal y como pretende Albert Rivera, pero blinda una alianza post-electoral que permita a los constitucionalistas gobernar en Cataluña.

La coalición de los tres partidos, explican las fuentes consultadas, solo es defendida por el líder de Ciudadanos, ya que “ni PP ni PSC quieren ir de la mano a las urnas”. No obstante, añaden, la alianza de los constitucionalistas de cara a la investidura es “segura”, aunque aún queda por hablar si habrá representantes de las tres formaciones en el Govern.

Debacle del PDeCAT y Podemos

La oportunidad que se abre ahora en Cataluña es posible, fundamentalmente, por el hundimiento del PDeCAT y Podemos. Ambas formaciones, apuntan las fuentes consultadas, serán duramente castigadas por la posición mantenida en los últimos meses.

Así, a la antigua Convergència se le irán votantes a PP y Ciudadanos, como ya se ha apuntado, pero también a Esquerra Republicana. En este sentido, explican las fuentes consultadas, “perderán tanto a parte del empresariado catalán que apostó por ellos para que presionaran al Gobierno en 2015, como a aquellos independentistas moderados que, tras verse tracionados, apoyarán a ERC”.

A Podemos, por su parte, le ocurre algo parecido: “Por un lado perderán a los votantes socialistas que abandonaron al PSC hace dos años y, por el otro, al votante más radical, que se irá a Esquerra o a la CUP”.

El posicionamiento de Podemos, que no ha apoyado de forma explícita la independencia ni ha votado a favor de ninguna ley de ruptura, pero que en las últimas semanas se ha alineado a favor de la negocación con Puigdemont, siembra serias dudas en Moncloa. En ese sentido, afirman que “tenemos que lograr mayoría absoluta porque no nos fiamos de ellos para que se abstengan en la investidura”.

Rivera aceptó elecciones en 2018

Por último, los cargos del Gobierno y del PP consultados por este diario concluyen que, en estos momentos, en los que todavía no se ha aplicado el artículo 155, “el independentismo está en caída libre y los partidos constitucionalistas al alza”. Una circunstancia que, precisamente, ha sido el motivo por el que Alber Rivera ha insistido en la última semana en “convocar ya” elecciones en Cataluña.

Desde Moncloa vinculan las prisas del líder de Ciudadanos a que su partido es “el que más sube” actualmente en la región. No obstante, avisan que con la aplicación del 155 se volverá a movilizar el voto independentista y, por tanto, “hay que dejar pasar un tiempo” antes de celebrar los comicios.

Entre otras cosas, añaden, porque con la intervención del Estado en Cataluña “volverán las empresas y mejorará la economía”. Dos circunstancias que “nos darán la razón ante el electorado”, manteniendo a los partidos constitucionalistas en sus “mejores previsiones electorales” en detrimento del proyecto rupturista.

Estas reflexiones, explican las fuentes consultadas, ya han sido transmitidas por el propio Rajoy a un Albert Rivera que, pese a sus intervenciones públicas, ha aceptado esa hoja de ruta. Una postura en la que ha sido clave la posición del PSOE, ya que “Pedro Sánchez y su partido también están a favor de ampliar los plazos de convocatoria electoral”.

Así las cosas, y tal y como se avanzó el pasado sábado, la idea de PP y PSOE, que respetará Ciudadanos, es celebrar elecciones autonómicas en Cataluña en un plazo de cuatro a seis meses.


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