El presidente está en contacto permanente con los líderes de PSOE y C’s

Los técnicos que gobernarán Cataluña serán elegidos por Rajoy, Sánchez y Rivera

El Gobierno busca la implicación de los partidos constitucionalistas en la aplicación del 155. Moncloa ha descartado enviar a los secretarios de Estado

Mariano Rajoy, Pedro Sánchez y Albert Rivera.
Mariano Rajoy, Pedro Sánchez y Albert Rivera.

El 155 se ha puesto, definitivamente, en marcha. El Gobierno solicitará el sábado al Senado, tras un Consejo de Ministros extraordinario, su aplicación después de una nueva respuesta vacía de Puigdemont. Será entonces cuando se conozcan qué consejerías y competencias de la Generalitat pasan a control del Estado.

Según explican a El Confidencial Digital fuentes bien situadas en Moncloa, Mariano Rajoy lleva toda la semana consensuando con Pedro Sánchez y Albert Rivera el alcance de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. O, lo que es lo mismo, hasta qué punto se va a intervenir Cataluña una vez que el Senado acepte la solicitud del Gobierno.

En esas conversaciones, se ha hablado de las competencias que, “sí o sí”, debe asumir el Estado lo antes posible para reestablecer la legalidad en Cataluña. Todas ellas estarán incluidas en el escrito de petición que Moncloa remitirá al Senado después del Consejo de Ministros extraordinario de este sábado.

Aunque la lista de esas competencias no se conocerá hasta entonces, desde el Gobierno ya han deslizado que los principales objetivos de la aplicación del 155 son hacerse con la potestad de convocar elecciones y la gestión total de las finanzas de la Generalitat. Además, se incluye también en esta terna el control de los Mossos d´Esquadra y de los centros escolares.

Un ‘gobierno’ de técnicos consensuado

Así las cosas, el Estado asumiría las competencias que la Generalitat tiene asignadas al president, Carles Puigdemont, y a cuatro consejerías: la de Presidencia, la de Economía, la de Interior y la de Educación.

Una tarea, la de ejercer las funciones de esos departamentos del Govern, para la que será necesaria la cración de una especie de “gobierno provisional”.

Ese gobierno, explican las fuentes de Moncloa consultadas, estará integrado por técnicos de reconocido prestigio que serán designados por el Gobierno. No obstante, la decisión de su elección no corresponderá únicamente a Mariano Rajoy y a sus ministros.

En este sentido, el presidente del Gobierno ha transmitido a Pedro Sánchez y Albert Riveraque quiere que ambos, y sus respectivos partidos, también propongan nombres para hacerse cargo de las consjerías de la Generalitat intervenidas hasta la convocatoria de unas nuevas elecciones autonómicas.

Rajoy, explican desde el Ejecutivo, ha aprovechado las conversaciones con los líderes del PSOE y Ciudadanos durante esta última semana para transmitirles que, en esta “etapa de transición” en Cataluña, en la que se va a reestablecer el orden constitucional, todos los partidos que defienden la Carta Magna tienen que estar implicados.

Y, por ese motivo, PSOE y Ciudadanos, junto al Gobierno, protagonizarán la confección de ese “equipo de técnicos” que llevarán las riendas de la Generalitat hasta los próximos comicos.

 

Descartado el envío de secretarios de Estado

Estos técnicos, explican las fuentes consultadas, trabajarán “desde el terreno” y reportarán al Gobierno información sobre el día a día en la administración de la comunidad. Una comunicación que se realizará con los ministerios a los que correspondan las competencias a asumir por parte del Estado.

En este sentido, los secretarios de Estado serán los encargados de “pilotar” esa interlocución, aunque en algunos casos la información será directamente con los ministros o con Presidencia. Lo que ha quedado descartado, destacan desde Moncloa, es que sean los propios secretarios de Estado los que sean enviados a Cataluña para ejercer las competencias intervenidas.

Esa opción ha “sonado” en los últimos días, aunque Rajoy no la ha tenido en consideración: “Daría la imagen de ‘invasión’ y marcaría claramente al Gobierno”. Un escenario que se quiere evitar a toda costa.

Más presión para Puigdemont

La aprobación por parte del Senado de la aplicación del 155, y la consiguiente formación de un equipo de técnicos para asumir competencias de la Generalitat deberá esperar, pese a todo, unos cuantos días.

El calendario que maneja el Gobierno es que el pleno en la Cámara Alta no se celebre hasta la semana del 30 de ocubre, por lo que los plazos “son amplios” y, por tanto, “hay tiempo para que Puigdemont cambie de opinión”.

En este sentido, las fuentes consultadas reconocen que el hecho de dejar un margen de más de una semana para aprobar el 155 busca, en cierto modo, “ampliar la presión hacia Puigdemont”, con el objetivo de que el president descarte definitivamente la declaración unilateral de independencia. Un escenario que parece lejano después de la última carta remitida a Moncloa por el dirigente autonómico.

En el Gobierno dan por hecho que sectores del PDeCAT y el mundo empresarial catalán “se van a echar encima” de Puigdemont en los próximos días y eso “puede ser decisivo”. No obstante, señalan, el president “sigue en sus trece” y parece querer seguir en su postura hasta las últimas consecuencias: “Se ha atrincherado en el Palacio de San Jaume y está decidido a forzar que le echen de allí”.


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