Mediación corporativa: tres casos reales

Por Pepe García Utrilla

El tiempo pasa, también por cada uno de nosotros. Parece que fue ayer que comencé mi carrera profesional, y hoy formo parte de los llamados “silver”: aquella generación formada por personas del baby boom, a los que no nos pesa la edad y con una calidad de vida que nos permite acometer proyectos, con una capacidad y una claridad que no podríamos ni soñar 20 años atrás.

Es muy probable que los miembros de esta generación, nos hayamos beneficiado de una época de estabilidad social y económica, que difícilmente se dará en las siguientes, Contribuimos a la creación y mantenimiento de mas de cuatro millones de empleos, y representamos la cuarta parte del PIB español (Oxford Economics). Asimismo, ocupamos puestos de mayor relevancia, llegando a recibir salarios más altos que los de los más jóvenes que ocupan cargos similares.

Si he empezado por recordar dónde estamos es, para decir a continuación, que podemos y debemos compartir experiencias vividas a lo largo de nuestra trayectoria profesional.

Así las cosas, les traigo tres situaciones vividas en primera persona, y que ponen de manifiesto la bondad de la mediación, a la hora de abordar y de prevenir el conflicto en el ámbito de la empresa.

Ni que decir tiene, que vamos a omitir datos y nombres, así como voy a novelar cada una de las situaciones, respetando la confidencialidad del procedimiento. Aquí va un brevísimo resumen de cada una de ellas:

1.- Caso número 1: Multinacional paralizada por las diferencias existentes entre las diversas representaciones legales de los trabajadores, en una región donde estaba presente.

Se nos pidió nuestra intervención, ya que no había manera de avanzar en la firma de ningún acuerdo de mejora para los empleados, debido a la guerra interna que mantenían los diversos sindicatos. Esto estaba creando un clima de tensión entre los trabajadores, que culpaban a la empresa de no avanzar en sus derechos.

Conseguimos reunir a la representación de cada sindicato en un mismo lugar y a una misma mesa. Fueron dos días de intensas reuniones, tanto individual como conjuntamente. Al final, se decidió hacer un comunicado conjunto firmado por todas las representaciones, por medio del cual se comprometían a llevar a cabo actos conjuntos. Esto representó la unión sindical, y la posterior firma de numerosos acuerdos con la empresa.

2.- Caso número 2: Convenio sin firmar, por desavenencias entre la dirección de la empresa y la dirección del sindicato mayoritario.

A esta conclusión llegamos después de una semana de trabajo en el interno de la empresa. A primera vista, nadie entendía que sucedía, porque no se avanzaban en acuerdos cuando, aparentemente, todo estaba dentro de un orden.

Días de intensas reuniones, dieron como resultado descubrir el enfrentamiento personal entre los responsables de la negociación por parte de la empresa y del sindicato mayoritario. Se decidió apartarles de las negociaciones, y todo fluyó adecuadamente.

Una vez más, los temas personales, subyacen en el trasfondo de las negociaciones y paralizan los posibles avances.  Una vez detectados, a través de las técnicas de mediación aplicadas, se pudo solucionar el problema.

3.- Caso número 3: Acuerdo para la entrada de los sindicatos en la empresa.

Se trataba de una empresa familiar, que había adquirido un considerable tamaño. Un par de generaciones habían sido capaces de construir una compañía con cientos de empleados y en continua expansión.

Nos llamaron porque estaban estancadas las relaciones entre la persona de la familia encargada de los RRHH, y varios trabajadores que eran jefes de departamento. Entre ellos, intentaban llegar a acuerdos, y no lo conseguían. Ese precisamente era el problema, porque ninguna de las partes era profesional, a la hora de abordar las negociaciones.

Después de dos semanas in house, se decidió llamar a los distintos sindicatos del sector y convocar elecciones sindicales.

Tras un tiempo prudencial de espera, hicimos un seguimiento de cada uno de estos casos y todos sin excepción, fueron casos de éxito.

Muy someramente, acabamos de ver tres ejemplos de cómo resolver conflictos empresariales a través de la mediación, mejorando las relaciones de futuro entre las partes, lo que repercute en positivo en la cuenta de resultados de la empresa.

En otra ocasión, seguiremos repasando diferentes situaciones donde la mediación ha sido clave.       

Pepe Garcia Utrilla, mediador