Jubilación anticipada: estas son las nuevas enfermedades que permiten solicitarla

El Consejo de Ministros ha aprobado la flexibilización de los requisitos para que ciertos trabajadores puedan acceder a la jubilación anticipada, con el objetivo de facilitar que las personas con determinadas discapacidades dejen de trabajar. Una vez que esta modificación se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE), entrará en plena vigencia y, en ese momento, los empleados que cumplan con alguna de las siguientes condiciones podrán solicitar la jubilación anticipada con derecho a pensión:

1. Discapacidad intelectual.
2. Parálisis cerebral.
3. Anomalías genéticas (como el síndrome de Down, el síndrome de Prader-Willi, el síndrome X frágil, la osteogénesis imperfecta, la acondroplasia, la fibrosis quística y la enfermedad de Wilson).
4. Trastornos del espectro autista.
5. Anomalías congénitas secundarias o relacionadas con el medicamento Talidomida.
6. Secuelas de la polio o síndrome postpolio.
7. Daño cerebral adquirido (que incluye traumatismo craneoencefálico, secuelas de tumores del sistema nervioso central, infecciones o intoxicaciones).
8. Enfermedades mentales (como la esquizofrenia y el trastorno bipolar).
9. Enfermedades neurológicas (como la esclerosis lateral amiotrófica, la esclerosis múltiple, las leucodistrofias, el síndrome de Tourette y las lesiones medulares traumáticas).

Para poder acogerse a la jubilación anticipada, las personas deben demostrar una discapacidad igual o superior al 45%. Se permite la suma de porcentajes de dos patologías diferentes para alcanzar o superar ese umbral del 45%. Además, el Gobierno ha flexibilizado los requisitos de cotización mínima para acceder a la jubilación anticipada, reduciendo este período de 15 años a solo 5 años.

Estas excepciones tienen como objetivo compensar la menor expectativa de vida de las personas que enfrentan discapacidades.