Planes gratis para hacer en Écija
Écija, una ciudad imponente y profundamente arraigada en la historia andaluza, ha sido siempre un enclave estratégico en el valle del Guadalquivir y figura entre las urbes más destacadas de la provincia de Sevilla
- Hermosas calles.
- Rica historia.
- Legado andalusí.
- Plaza de España.
- La iglesia de Santa María.
- La iglesia de Santiago.
- Monumentos de interés.
- Casco histórico.
Hermosas calles.
Explorar las calles de fachadas blanqueadas y sumergirse en el ritmo andaluz es una experiencia que invita a disfrutar de la vida pausada y serena, donde las tertulias, las siestas prolongadas y el tapeo siguen siendo valores en alza.
Rica historia.
La historia de Écija es rica y diversa, remontándose a la aldea turdetana de Astigi, luego transformándose en Augusta Firma Astigi durante la época romana y posteriormente en Medina Estigga, una taifa hispanomusulmana que rivalizaba en poder e influencia con Corduba e Hispalis. Esta ciudad ha acumulado un rico patrimonio histórico-artístico a lo largo de los siglos. El urbanismo medieval se refleja en las estrechas y sinuosas calles que albergan más de treinta palacios, con columnas de mármol recuperadas que adornan las esquinas de muchos edificios.
Legado andalusí.
El legado andalusí se manifiesta en los patios porticados de las casas, caracterizados por su frescura y vegetación. Aunque el renacimiento dejó su huella en otras ciudades andaluzas, como Úbeda, Baeza y Antequera, Écija es sinónimo de barroco, encarnando la esencia del 'barroco ecijano', un estilo arquitectónico originado en la ciudad durante el siglo XVIII.
Plaza de España.
La emblemática plaza de España, conocida como la plaza del Salón, es el epicentro de la vida diaria y el punto de partida para explorar Écija. Uno de sus lados alberga el imponente Ayuntamiento, un edificio de ladrillo a la vista con un toque neoclásico. En su interior, la Sala Capitular exhibe un exquisito artesonado renacentista del siglo XVI. En los frentes de la plaza, destacan tres edificios con amplias galerías de arcadas: el mirador de Benamejí, el mirador de Peñaflor y el mirador del Gremio de la Seda, representativos de la arquitectura del siglo XVIII. Estos solían ser sitios privilegiados desde donde la nobleza disfrutaba de los eventos públicos.
La iglesia de Santa María.
La iglesia de Santa María, con su portada de arco profundo y una ornamentación barroca elaborada, es un punto de referencia cercano al Ayuntamiento. Junto a ella, el palacio de los marqueses de Benamejí destaca con su fachada barroca y exuberante, con elementos como atalantes, pináculos y un gran escudo nobiliario. El interior de este palacio alberga el Museo Histórico Municipal de Écija, cuya colección incluye arte romano, como la famosa Amazona de Écija.
La iglesia de Santiago.
La iglesia de Santiago, un ejemplo de gótico-mudéjar, se erige como el complejo religioso más artísticamente relevante. Su torre, una de las más elegantes y bien rematadas de la ciudad, es una maravilla del barroco ecijano. Otra obra destacada es el palacio de los Marqueses de Peñaflor, cuya fachada curva y ornamentación lo distinguen. Este palacio, que una vez perteneció a una familia aristocrática, ahora alberga la biblioteca municipal.
Monumentos de interés.
La ciudad rebosa con otros monumentos de interés, como las Carnicerías Reales, un ejemplo del renacimiento; el palacio Santaella, una obra civil del XVIII; el palacio de Justicia, que presenta toques neonazaríes; las iglesias y torres de San Gil, Santa Ana y la parroquia de Santa Cruz; y la fachada restaurada de la Casa del Gremio de la Seda.
Casco histórico.
El casco histórico de Écija es un testimonio vivo de su monumentalidad, aunque entremezclada con edificios modernos. Entre las iglesias de San Gil y Santiago, se encuentran la mayoría de los lugares turísticos. Recorrer estas calles es experimentar la grandeza de un pasado profundo y la vitalidad de un presente vibrante
