Pueblos con más encanto: Viaja a Medinaceli en Soria
Situada en lo alto de un cerro con vistas al valle del Jalón, Medinaceli es una ciudad histórica que ha sido moldeada a lo largo de milenios por diversas culturas, como celtíberos, romanos, árabes y cristianos
- Joya histórica.
- Cantar de Mío Cid.
- El arco romano.
- La Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción.
- La Plaza Mayor.
- Convento de Santa Isabel.
- Gastronomía rica.
Situada en lo alto de un cerro con vistas al valle del Jalón, Medinaceli es una ciudad histórica que ha sido moldeada a lo largo de milenios por diversas culturas, como celtíberos, romanos, árabes y cristianos. Su gran arco romano, único en España, servía como acceso a la ciudad en tiempos del Emperador Domiciano.
A unas dos horas en coche desde Madrid, Medinaceli ofrece un casco histórico excepcional y armonioso. Entre sus puntos destacados se encuentran las murallas árabes, el castillo y la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción. También se puede visitar el beaterio de San Román y el nevero árabe.
Además, se puede disfrutar de la gastronomía local con buenos lugares para degustar asados y torreznos sorianos. Medinaceli es, sin duda, uno de los pueblos más encantadores y sugerentes de la provincia de Soria.
Joya histórica.
Es una joya histórica que nos transporta a través de los siglos con sus fascinantes vestigios de diferentes culturas. Su historia se remonta a la época celtíbera, cuando era conocida como Occilis y fue conquistada por los romanos durante la expansión de Hispania.
De esta época perduran interesantes restos, como las lujosas villas romanas que se han descubierto en la zona, adornadas con impresionantes mosaicos y objetos de valor.
Posteriormente, durante la dominación árabe, Medinaceli fue llamada Madīnat Sālim y más tarde latinizada como Medina Coeli, lo que generó algunas teorías etimológicas y leyendas relacionadas con el rey Salomón y tesoros escondidos.
La villa se convirtió en un punto fronterizo clave, y la alcazaba árabe en lo alto del cerro desempeñó un papel importante en su defensa.
Cantar de Mío Cid.
Medinaceli también tiene una significativa conexión con la literatura y la leyenda, ya que se cree que uno de los juglares responsables del Cantar de Mío Cid era originario de esta localidad. La presencia de tantas culturas y su ubicación estratégica la convirtieron en un lugar crucial en la historia de la Península Ibérica.
El arco romano.
Hoy en día, pasear por las estrechas calles empedradas de Medinaceli es como caminar en un museo al aire libre. El arco romano, imponente y único en su estilo, se destaca desde lejos y nos recuerda la grandeza de la antigua Roma. Las murallas árabes, aunque en parte en ruinas, aún conservan la esencia de su pasado medieval.
La Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción.
La Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción, que fue creada para agrupar varias parroquias, es un magnífico ejemplo de arquitectura tardogótica y renacentista. En su interior, podemos encontrar la talla de Cristo crucificado del siglo XVI, una obra de arte delicada y hermosa que merece una detallada contemplación.
La Plaza Mayor.
En la Plaza Mayor, rodeada de soportales y con el Palacio Ducal como testigo, podemos imaginar cómo se desarrollaba la vida en tiempos pasados. El Palacio Ducal, a pesar de su estado semirruinoso, alberga una valiosa colección de mosaicos romanos que nos conecta con la antigua historia de la villa.
Convento de Santa Isabel.
No se puede dejar de visitar el convento de Santa Isabel, aunque no se pueda acceder, su historia y su función como lugar de elaboración de dulces por las monjas clarisas le otorgan un aire misterioso y encantador.
Gastronomía rica.
En cuanto a la gastronomía, Medinaceli ofrece una oportunidad única para deleitarse con platos tradicionales de la región, como el asado de cordero, cochinillo o cabrito, que se sirven con maestría en los restaurantes locales. Los torreznos sorianos son un bocado delicioso que no se puede dejar de probar, acompañados de excelentes vinos de la zona.
Sin duda, Medinaceli es una villa que cautiva por su patrimonio histórico, su encanto medieval y su rica cultura gastronómica. Cada rincón de esta ciudad milenaria es una ventana al pasado, y un paseo por sus calles es un viaje en el tiempo que nos permite sumergirnos en la fascinante historia de España
