Repsol lanza gasolina sin petróleo, neutra en CO2 y compatible con todos los coches
En la actualidad, la atención se centra en la electrificación como estrategia para reducir las emisiones en el transporte
En la actualidad, la atención se centra en la electrificación como estrategia para reducir las emisiones en el transporte. No obstante, la Unión Europea ha permitido la exploración de otras tecnologías, siempre y cuando no generen emisiones en el escape.
Combustibles sintéticos
Dentro de estas opciones, los combustibles sintéticos, también conocidos como e-fuels, podrían surgir como alternativa a la electrificación exclusiva, en caso de que los líderes políticos europeos y los fabricantes opten por esta vía. Estos combustibles, aún no producidos a gran escala, se elaboran a partir de hidrógeno verde, capturando la misma cantidad de CO2 que emiten durante su combustión, lo que los hace neutros en emisiones, al menos en lo que respecta al CO2.
A pesar de que los combustibles sintéticos no están actualmente disponibles en el mercado, su precio y la aceptación en grandes ciudades, considerando la emisión de NOx por el escape, son incógnitas que deben resolverse. Por lo tanto, como un paso más realista y previo, se considera la opción de los biocombustibles avanzados, elaborados a partir de residuos orgánicos como aceites vegetales, restos de poda o cáscaras de frutos secos. Estos combustibles, asociados principalmente al diésel, no dependen del petróleo en su producción.
Gasolina con tecnología de biocombustibles avanzados
Recientemente, Repsol ha introducido en el mercado una gasolina fabricada con tecnología de biocombustibles avanzados, utilizando residuos de biomasa, de la industria agroalimentaria y aceites de cocina usados. Según la compañía, las emisiones de CO2 durante su combustión son neutras, ya que se captura el CO2 emitido, resultando en un balance de dióxido de carbono cero, con emisiones de NOx inferiores a las de los motores diésel.
Esta gasolina renovable, actualmente disponible en tres estaciones de servicio en Madrid como parte de un proyecto piloto, tiene un precio de 1,815 euros por litro, siendo ligeramente más cara que la gasolina convencional. Aunque por ahora es una opción limitada, Repsol planea expandir su oferta de combustibles renovables y alcanzar más de 600 estaciones de servicio para finales de 2024. La empresa busca cumplir con sus objetivos de reducción de emisiones en el transporte y convertirse en una compañía de cero emisiones para 2050, destacando su compromiso con los biocombustibles y otras tecnologías sostenibles.
