“Era lo que tocaba”, valoración de Felipe VI sobre el exigente discurso del presidente del Tribunal Supremo

Los detalles menos conocidos de la apertura del año judicial. El rey regresó a Zarzuela sin las sirenas y parando en los semáforos en rojo

El presidente interino del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán, y el rey Felipe VI (Foto: Alberto Ortega / Europa Press).
El presidente sustituto del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán, y el rey Felipe VI (Foto: Alberto Ortega / Europa Press).
  1. “Era lo que tocaba”
  2. Soluciones urgentes para la Justicia
  3. Ataques a la independencia judicial
  4. Sistema de elecciones del CGPJ
  5. Le preguntaron por sus hijas
  6. Parando en los semáforos
El rey, con magistrados en la apertura del año judicial (Foto: Casa del Rey).
El rey, con magistrados en la apertura del año judicial (Foto: Casa del Rey).

Felipe VI presidió ayer la solemne apertura del año judicial, que se celebró en unas circunstancias inusuales, con gran parte de los altos cargos en funciones, entre ellos los miembros del Gobierno y el propio presidente del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán.

Junto al rey, en la presidencia, se encontraban los presidentes sustitutos del Supremo, Francisco Marín, y del Consejo General del Poder Judicial, Vicente Guilarte, junto a la ministra de Justicia en funciones, Pilar Llop, y el fiscal general del Estado también en funciones, Álvaro García Ortiz.

“Era lo que tocaba”

El presidente del Tribunal Supremo en funciones, Francisco Marín, pronunció un intenso discurso, en el que denunció el panorama “desolador” de la Justicia por el desacuerdo entre los dos principales partidos, PP y PSOE. Reclamó un “compromiso democrático de cooperación judicial” que lleve a garantizar el buen funcionamiento de la Justicia, así como a la renovación “urgente” del órgano de gobierno de los jueces.

En la recepción posterior, el rey departió distendidamente con numerosos invitados, con los que comentó algunos detalles del acto. En conversación con un grupo de abogados en ejercicio, en su mayoría jóvenes, Felipe VI se interesó por el contenido de su trabajo, además de preguntarles cuántos años de ejercicio llevaban.

Según ha relatado a Confidencia Digital uno de los presentes, un letrado preguntó en concreto al rey qué le había parecido el discurso pronunciado minutos antes por el presidente del Tribunal Supremo. “Era lo que tocaba”, fue la respuesta de Felipe VI.

Soluciones urgentes para la Justicia

Como se ha dicho, Francisco Marín denunció el panorama “desolador” de la Justicia por el desacuerdo entre PP y PSOE, y reclamó un “compromiso democrático” que lleve a garantizar el buen funcionamiento de la Justicia, así como a la renovación “urgente” del órgano de gobierno de los jueces.

“¿Puede afirmarse -dijo- que forma parte de la normalidad democrática la existencia de un Consejo General del Poder Judicial cuyo mandato lleva ya agotado casi cinco años? ¿Es compatible con la normalidad democrática un Tribunal Supremo cuyos efectivos se encuentran mermados en más de un 30% y algunas de cuyas salas se encuentran al borde del colapso?”.

El Supremo está sin presidente, sin vicepresidente y con 23 vacantes de magistrados, de ellos once en la Sala Tercera (incluyendo la de presidente de sala) y seis en la Sala Cuarta (una de ellas, también la de presidente de sala). “Esta situación, sostenida en el tiempo, está dando lugar a una disminución de las cifras de resolución de recursos mediante sentencia”.

Ataques a la independencia judicial

Marín consideró “de extrema gravedad” el impacto de esta situación para el Estado de Derecho y para la independencia del poder judicial

 

“Los ataques a la independencia judicial pueden tener diversos orígenes y mostrar múltiples variantes. En ocasiones son comportamientos activos, de intromisión directa o indirecta en la toma de decisiones judiciales para influir en ellas, procedentes incluso de los propios dirigentes políticos. Pero esos ataques pueden surgir también de comportamientos omisivos, mucho más sutiles y por ello más peligrosos para el funcionamiento del sistema democrático, porque sus efectos perniciosos se despliegan no respecto de una decisión judicial concreta, sino respecto del propio funcionamiento del Poder Judicial, con el efecto, preconcebido o no, de provocar su desprestigio, debilitarlo y, si llega el caso, desviar la atención pública de otras cuestiones”.

“De alguna manera lo que está fallando es el impulso democrático”, dijo. Sin negar la legitimidad de la lucha política, llamó la atención sobre la necesidad de acompañar el debate ideológico “con esfuerzos serios y leales de consenso en asuntos nucleares para el Estado, como lo es la Justicia”.

Sistema de elecciones del CGPJ

El presidente en funciones del Supremo pidió que, dada la gravedad de la situación, las políticas relacionadas con el Poder Judicial se formulen buscando consensos amplios y evitando las iniciativas que comprometan su independencia; y que los nombramientos de altos cargos judiciales se lleven a cabo con el máximo respeto a los principios de mérito y capacidad. Abogó por reformar el sistema de elección de los vocales del CGPJ “atendiendo a los estándares marcados por Europa”, y por que la de la presidencia del Tribunal Supremo y del CGPJ se haga “sin intervención de las fuerzas políticas”.

“La democracia exige mucho de sus partícipes. Tanto, que hay momentos en los que deben dejarse a un lado las emociones y los tribalismos, e incluso los grandes postulados de la apuesta partidaria, en favor de principios constitucionales más elevados. No es tarea fácil, pero la buena salud de las instituciones bien vale el esfuerzo. El Tribunal Supremo necesita, cuanto antes, volver a la normalidad, y no puede hacerlo sin una acción política decidida para ello. Es la hora de los grandes políticos y de los grandes demócratas. Sería una enorme decepción sentir su falta”.

Le preguntaron por sus hijas

Durante el vino de honor, el rey Felipe fue charlando distendidamente con algunas de las personalidades asistentes y con otros invitados, tanto sobre el acto celebrado como también sobre otros asuntos de actualidad.

Por ejemplo, según ha sabido Confidencial Digital, algunos de los interlocutores se interesaron por cuestiones personales, y en concreto le preguntaron por sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, ante la circunstancia de que las dos residen ahora fuera de La Zarzuela, la primera en la Academia General Militar, la segunda en el Atlantic College de Gales.

Parando en los semáforos

Don Felipe abandonó la zona en el coche oficial, en el que, inmediatamente después de sentarse, empezó a consultar su teléfono móvil para ver los mensajes recibidos.

La comitiva estaba formada por tres coches de la Casa del Rey, un todo terreno de la Policía Nacional, y dos motoristas de la Guardia Civil que abrían el cortejo. Sin embargo, circularon por el Paseo de la Castellana, en dirección a la Plaza de Castilla, sin utilizar las luces y las sirenas. Y fueron parando en los semáforos cuando los encontraban en rojo.

Tan es así, que muchos automovilistas pudieron ver a Felipe VI en el interior del coche, eso sí, enfrascado en leer su dispositivo móvil.

El rey, en el centro, en la apertura del año judicial (Foto: Casa del Rey).
El rey, en el centro, en la apertura del año judicial (Foto: Casa del Rey).

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