La Armada amplía el personal del cuartel general de Rota tras detectar carencias

Durante un ejercicio para practicar la activación del Mando Componente Marítimo de nivel 3, se constató falta de plantilla, de mobiliario y de espacio en el edificio

Acceso a la base naval de Rota.
Acceso a la base naval de Rota.
  1. Teniente coronel jefe de Planes
  2. Mando Componente Marítimo
  3. “Nos estamos quedando atrás”
  4. Deficiencias detectadas
  5. Carencias de personal
  6. Se está enviando a más militares
  7. Falta de espacio y de muebles
  8. Se va a construir otro edificio

La Armada dispone en la base naval de Rota (Cádiz) del Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad (CGMAD), “un órgano de mando desplegable, permanentemente disponible para apoyar al comandante de una Fuerza Naval Operativa de nivel 1*, 2* o 3*”.

La actividad cotidiana del Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad, según la web de la Armada, está orientada a dos cometidos principales: “Por una parte, la generación y preparación de los Estados Mayores operativos (EMO) desplegables de la Armada, para poder nutrir la estructura operativa de las FAS cuando sea necesario; y por otra, a garantizar el adiestramiento avanzado de la Flota. Para ello, en su configuración de EMO de nivel 2*, el CGMAD ejerce el mando y conducción de operaciones y ejercicios a bordo de una plataforma de mando, normalmente el buque de asalto anfibio ‘Castilla’”.

Su Estado Mayor constituye la fuente principal para la generación de estados mayores operativos en operaciones nacionales y multinacionales, y “es el único Estado Mayor en base al cual se generará un Estado Mayor Operativo de nivel 2* o 3*, que responderá tanto a la necesidad de apoyar a un Mando Componente Marítimo (MCC)” bajo la autoridad de Almirante de la Flota o comandante de este cuartel general, “como a un Mando de una Fuerza Conjunta (COMFOC) bajo la autoridad de Comandante General de Infantería de Marina”.

Además, “es una unidad multinacional que forma parte de la estructura de fuerzas de la OTAN como Spanish Maritime Forces (SPMARFOR). En este ámbito, además de trabajar regularmente con las fuerzas marítimas del resto de naciones aliadas y amigas, SPMARFOR ejerce periódicamente como Mando Componente Naval (MCC) de la Fuerza de Respuesta de la OTAN, más conocida como NATO Response Force (NRF)”.

Teniente coronel jefe de Planes

Sobre este cuartel general trata un artículo del número de octubre de la Revista General de Marina, que edita la Armada.

Lleva por título “Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad (CGMAD): un mando operativo naval preparado y listo para cualquier misión”.

El autor es un oficial con mando en ese destino: Manuel Manuel Colino García, teniente coronel de Infantería de Marina, jefe de Planes del Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad.

Mando Componente Marítimo

El teniente coronel Colino explica que “a finales de 2022 se puso a prueba, en el plano teórico, la capacidad de las Fuerzas Armadas para llevar a cabo una operación autónoma en un escenario ficticio frente a una amenaza no compartida”.

Se desarrollaron los ejercicios JFX-22 (CPX) y COPEX-23 (LIVEX), “principales actividades anuales de adiestramiento de la Fuerza Conjunta”. En ellos se activó la estructura operativa que integra a los Mandos Componentes de máximo nivel (1), es decir, mandados por un general de brigada o contralmirante, Terrestre, Marítimo, Aeroespacial, de Operaciones Especiales y del Ciberespacio. También participó el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS).

 

El ejercicio JFX-22 significó para la Armada “la activación por primera vez del Mando Componente Marítimo de nivel 3 [con un teniente general o almirante al frente], bajo mando del Almirante de la Flota, con el Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad como núcleo generador, reforzado con personal de aumento procedente de otras estructuras de la Armada y empleando las instalaciones disponibles en el Cuartel General de la Flota”.

Para el oficial autor del artículo, “los resultados del JFX-22 se pueden considerar satisfactorios en términos generales”.

Concluyó que “gracias al enorme esfuerzo llevado a cabo durante el año anterior en el planeamiento y preparación del ejercicio y al elevado nivel de adiestramiento del personal del CGMAD y del personal de aumento procedente del resto de unidades de la Flota y de otras estructuras de la Armada, el Almirante de la Flota pudo ejercer con garantías el Mando y Control del MCM 3* y responder a las necesidades del comandante del Mando de Operaciones (CMOPS) como comandante de la Fuerza Conjunta establecida para la operación”.

“Nos estamos quedando atrás”

Pero en el artículo reflejó también que “si bien el resultado se puede considerar satisfactorio en líneas generales, el ejercicio ha dejado entrever nuestras «costuras», especialmente en lo relativo a la falta de «agilidad» para generar y activar una estructura de este tipo, lo cual no es inherentemente negativo, sino que, como casi todo en la vida, produce dos noticias: una buena y una mala”.

La noticia buena es “que somos conscientes de en qué fallamos y cuáles son las posibles soluciones”.

La mala noticia “es que, aunque duela reconocerlo, en la Armada nos estamos quedando claramente atrás en relación al resto de Mandos Componentes. Corremos por tanto el riesgo de que lo que hace dos años era un acierto se convierta en una de tantas buenas ideas que se quedan por el camino por falta de empuje”.

Deficiencias detectadas

El jefe de Planes del Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad explica que se llevó a cabo “un análisis riguroso de los aspectos observados empleando la metodología integral de los factores MIRADO-I, que abarca “Material, Infraestructura, Recursos Humanos, Adiestramiento, Doctrina, Organización e Interoperabilidad”.

Según ese análisis autocrítico, “se identificaron sus deficiencias y sus posibles soluciones, materializadas en una propuesta de acciones derivadas”.

El resumen es que “se observaron deficiencias en casi todos los factores, si bien los de Adiestramiento y Doctrina se encuentran en mejor nivel que el resto. Por otro lado, la implantación en curso del Sistema de Mando y Control Nacional (SC2N) solventará a corto plazo los actuales problemas de Interoperabilidad”.

Pero “las limitaciones más significativas se concentran en las áreas de Material, Infraestructura, Recursos Humanos y Organización, ya que repercuten directamente en la agilidad para generar, activar y transferir esta estructura de mando a la cadena operativa”.

Carencias de personal

Acerca del personal, indica el teniente coronel Colino que el Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad “parte de una Plantilla de Paz de 83 efectivos (95 contando con los 12 puestos multinacionales de SPMARFOR)”.

“En caso de crisis o conflicto, para un Estado Mayor Operativo de nivel 2 se activarían 95 efectivos adicionales (22 serían de la Fuerza de Infantería de Marina en caso de operación land heavy) para constituir una Plantilla de Crisis de hasta 178 efectivos”, continúa.

Si se activara el Mando Componente Marítimo de nivel 3, “sería necesario un refuerzo adicional de 46 efectivos hasta un máximo total de 224”.

En base a esas cifras, revela el jefe de Planes que en el análisis que se hizo tras estos ejercicios “se han identificado tres deficiencias significativas” en materia de Recursos Humanos.

Señala que “la cobertura actual de la Plantilla de Paz del CGMAD (74 por 100) está por debajo de lo necesario para actuar como verdadero núcleo generador del MCM 3*, así como para poder cumplir con nivel de esfuerzo máximo (2* + 1* simultáneos)”.

Otro problema es que “el personal de aumento no está identificado ni pre-designado, lo que provoca retrasos en su activación y falta de adiestramiento en sus cometidos”.

Por último, “aunque para el JFX-22 el esfuerzo de personal de aumento recayó mayoritariamente en unidades operativas de la Fuerza, esta solución no sería aceptable en caso de una operación real y de duración desconocida, en la que los destinos y unidades operativas necesitarían a todo su personal. Sería como «hacernos trampas al solitario»”.

Es decir, se tuvo que echar mano a personal destinado en unidades operativas de la Fuerza, de la Armada, que precisamente serían quienes tendrían que ser activadas o desplegadas en caso de una operación, y por lo tanto, no podrían estar temporalmente destinados en el cuartel de Rota.

Se está enviando a más militares

Confidencial Digital se puso en contacto con el Cuartel General de la Armada, para preguntar si ya se han empezado a poner en marcha medidas para paliar las necesidades del Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad detectadas en el ejercicio JFX-22, y que detalla el jefe de planes de dicho cuartel general.

Explica el Cuartel General de la Armada que “desde la realización del JFX-22, el esfuerzo del CGMAD y de la Armada se ha centrado en poner en marcha diferentes medidas relacionadas con la infraestructura, el personal y la organización”.

Por lo que se refiere al personal, destaca que “está elaborándose un plan para identificar al personal de la plantilla de crisis y a sus unidades de origen, de modo que su activación sea ágil y eficaz, y en el aspecto de organización, desde el Estado Mayor de la Defensa se sigue trabajando en la normativa que afecta al Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad”.

El objetivo del plan es “identificar y designar a ese personal de aumento”. Ya se ha definido la plantilla completa, y actualmente se están identificando las unidades del ámbito de la Flota y del resto de la Armada que lo proporcionarán.

De hecho, ya desde el pasado mes de agosto se está enviando más personal a este Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad en Rota.

El jefe de Planes, el teniente coronel Colino, propuso en su artículo “alcanzar la plena cobertura de la Plantilla de Paz del CGMAD para ejercer eficazmente como núcleo generador del MCM 3* y cumplir con el nivel de esfuerzo máximo de generación de estados mayores de nivel 1 y 2”.

También planteó “desarrollar un «Plan de Combate» a nivel Armada, en el que esté identificado todo el personal de aumento con puestos a cubrir en el MCM 3*. De este modo, disponiendo del material y la infraestructura necesarios, su integración se podría llevar a cabo en modo plug and play, facilitando su adiestramiento previo y eliminando los potenciales retrasos en la generación, activación e integración”.

Falta de espacio y de muebles

A este cuartel general no sólo le hace falta personal, cuando se activa como mando componente marítimo en situaciones especialmente demandantes. Se constataron otras deficiencias añadidas.

Según el autor del artículo, el Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad “no dispone del mobiliario ni de los Sistemas de Información y Telecomunicaciones (CIS) (hardware y software) necesarios para equipar los 224 puestos de trabajo del MCM 3*”.

Esta carencia se reveló durante el JFX-22, y por ello “se tuvo que recurrir al apoyo del Cuartel General de la Flota en todo lo relativo a mobiliario (mesas, sillas, pantallas, teléfonos, etc.)”.

Sobre las infraestructuras, señaló que “las instalaciones del CGMAD en la segunda planta del Cuartel General de la Flota apenas cubren las necesidades de su Plantilla de Paz. A diferencia del resto de mandos componentes, el MCM 3* no dispone de una infraestructura adecuada ni dedicada en caso de activación”.

Reveló que en el ejercicio JFX-22 se tuvieron que utilizar “el salón de actos y sus pasillos adyacentes, que se adaptaron a la necesidad con medios que pueden considerarse de fortuna”, ante la falta de espacio.

Ante esas carencias, destacó que “esta solución no resulta adecuada para la conducción de una operación real, por distintos motivos. Al emplear instalaciones destinadas a otros cometidos, se requiere tiempo para su adecuación. Por otro lado, el funcionamiento normal del Cuartel General de la Flota se vería obstaculizado en caso de que la operación se prolongase en el tiempo”.

Y añadió que “aunque alguien pueda considerarlo un aspecto menor, esta medida proyecta una imagen de precariedad de la Armada, como reconocía en privado personal de otros ejércitos y organismos enviados al MCM 3* como refuerzo o destacamento de enlace”.

Se va a construir otro edificio

Sobre estos problemas de infraestructura, la Armada explica que “actualmente están en fase de redacción los hitos documentales necesarios para la construcción del nuevo edificio” para el Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad en la base de Rota, edificio “que estará dotado del material y medios necesarios para poder operar”.

La idea es “poder llevarlo a cabo en el mínimo tiempo posible”, y para ello se está realizando un esfuerzo importante.

Una vez que se consiga levantar el nuevo edificio, se decidirá la adquisición del material que se echó en falta, como mesas, sillas, pantallas, teléfonos… “Hasta ese momento, y si hiciese falta, se podría volver a emplear material proporcionado por el Cuartel General de la Flota”, indica la Armada.

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