Defensa compensa con una calle a un soldado muerto en la Guerra Civil que borró del Arsenal de Ferrol
Una resolución firmada por Margarita Robles renombró recientemente las vías de esa base naval, que habían sido denunciadas por homenajear a marinos del bando sublevado
“Héroe del glorioso Cuerpo de Infantería de Marina, cuyo lema, ‘valientes por tierra y por mar’, tan fielmente supo encarnar”: son parte de las palabras de elogio con las que el Ministerio de Defensa justifica la denominación como “Soldado Lois” de una calle o vial existente entre los Jardines de Herrera y el antiguo edificio de Capitanía General en Ferrol, dependientes del mismo ministerio.
Confidencial Digital ha comprobado que el Boletín Oficial del Ministerio de Defensa publica este miércoles 13 de abril una resolución, firmada por la ministra Margarita Robles el lunes 11, que aprueba ese nombre para un espacio situado en instalaciones de Defensa en Ferrol (La Coruña).
La decisión es significativa, porque viene a corregir o al menos compensar en parte otra resolución, también firmada por la ministra hace menos de un mes, que borró del Arsenal de Ferrol el nombre de ese mismo soldado.
Tal y como se contó en estas páginas, Robles aprobó mediante una resolución nuevas denominaciones para nueve vías o calles internas del Arsenal de Ferrol, una de las principales bases navales de la Armada en toda España.
Esas calles rememoraban a marinos o buques que habían participado en la Guerra Civil, todos en el bando sublevado. Por ello colectivos de “militares antifranquistas” y por la Memoria Histórica llevaban tiempo reclamando que Defensa borrara esos nombres, ya que los consideraban una exaltación de la sublevación militar de julio de 1936 que dio inicio a la Guerra Civil.
Aunque en su día había defendido que estas denominaciones cumplían la Ley de Memoria Histórica, al final el ministerio se adelantó a la aprobación de la futura Ley de Memoria Democrática, más dura en este sentido, y cambió los nombres Almirante Fernández Martín, Soldado Lois, Almirante Vierna, Salvador Moreno, Marqués de Alborán, Cándido Pérez, González-Llanos, Crucero Baleares y Almirante Honorio Cornejo por otros vinculados a la Armada pero sin tanta polémica histórica: Juan Sebastián de Elcano, Nao Santa María, Galera La Loba, Fragata Acorazada Numancia, Jorge Juan...
Alguno de los cambios provocó malestar. El PP de Ferrol presentó una moción para reconocer a José María González-Llanos Caruncho, ingeniero naval de ese municipio, y la asociación de militares ‘Tercios Viejos Españoles’ protestó ante Defensa por el hecho de que se borrara el nombre de un soldado, Manuel Blois, que murió heroicamente para salvar el crucero Baleares.
Precisamente Defensa ha decidido compensar la memoria de Manuel Blois, y ha bautizado como “Soldado Blois” una calle junto al antiguo edificio de Capitanía General en Ferrol.
La resolución, que también firma la ministra, detalla los motivos por los que se considera un héroe a este soldado. Dice de él que fue “llamado a filas, el 13 de agosto de 1936, para formar parte del Grupo de Fuerzas de Infantería de Marina en Ferrol”.
Relata que “durante el transcurso de un combate naval, a bordo del buque en que se encontraba embarcado y ante el peligro causado por uno de los impactos recibidos, el Soldado Lois se prestó voluntario para lanzar por la borda, con sus propias manos, un proyectil iluminante que se encontraba envuelto en llamas y que ponía en grave riesgo a sus compañeros”.
“Este acto heroico”, destaca Defensa, “le causó gravísimas quemaduras que le costaron la vida la noche siguiente. En la misma enfermería del barco, se le impuso la Medalla Naval y, posteriormente, se le concedió la Cruz Laureada de San Fernando. Su cadáver fue desembarcado en Cádiz con los máximos honores militares y, en la actualidad, yace en el cementerio de su localidad natal, siendo Hijo Predilecto de la misma y de la provincia de A Coruña”.
En ningún momento se menciona en la resolución el bando en el que combatió Blois, ni el nombre del buque. El crucero ‘Baleares’ combatió en la marina de guerra de Franco, y se convirtió en un mito de la dictadura cuando en 1938 fue hundido por la marina republicana. En recuerdo del crucero y de sus tripulantes muertos, el régimen de Franco erigió monumentos y bautizó calles, que en varios casos han sido retirados al considerar que contravenían la Ley de Memoria Histórica, que ordena eliminar la simbología franquista.
