Defensa prepara el traslado de una niña de Mali con amputaciones a un hospital militar sin servicio de ortopedia infantil
Silencio en el ministerio y perplejidad entre los sanitarios, ya que estudia ingresarla en Zaragoza, en vez de en el Gómez Ulla de Madrid
- Una niña con amputaciones
- Defensa no responde
- Pendiente de gestiones
- Extrañeza por el destino
- Más atención al hospital de Zaragoza
Se acaban de cumplir diez años del despliegue de los primeros militares españoles en la misión de la Unión Europea en Mali, que tiene como objetivo entrenar y asesorar a las fuerzas armadas locales para que puedan enfrentarse a los rebeldes tuareg y a los yihadistas que en 2012 se hicieron con el control del norte del país africano.
Un golpe de Estado y la presencia de mercenarios del grupo ruso Wagner, que también combaten en Ucrania, han provocado que algunos países europeos retiren del todo o al menos reduzcan sus tropas en Mali.
A principios de este 2023, el Ministerio de Defensa anunció que el despliegue español quedaría en unos 160 militares, un recorte importante frente a la cifra de hace un año.
Pese a ello, un general de Brigada español está al mando de la misión europea EUTM-Mali, y aún hay militares de la Segunda Bandera de Paracaidistas ‘Roger de Lauria’ del Ejército de Tierra y del Tercer Batallón de Desembarco Mecanizado de Infantería de Marina.
Aunque se ha limitado mucho la actividad de las tropas de la misión europea, los militares españoles no se limitan a entrenar a las fuerzas malienses. También realizan patrullas a pie por Koulikoro, donde tienen su base, e interactúan con la población civil.
Una niña con amputaciones
Fruto de esa relación con la población civil, el Ministerio de Defensa está estudiando el traslado a España de una niña de Mali que sufre amputaciones, para prestarle atención médica en nuestro país. Así lo ha podido saber Confidencial Digital por distintas fuentes militares.
En la primera semana de marzo, fuentes militares consultadas por ECD revelaron que el ministerio estaba preparando la operación para traer a España a esa niña, que ronda los 15 años y sufre un problema óseo severo.
La idea era trasladarla al Hospital General de la Defensa Orad y Gajías, en Zaragoza, uno de los dos hospitales militares que se mantienen operativos en nuestro país, junto al Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, en Madrid.
Ese plan, que empezó a ser conocido en la Sanidad Militar, provocó cierto estupor entre médicos militares.
El motivo de esa sorpresa, malestar en algunos casos, es que, según explicaban distintas fuentes, en el Hospital General de la Defensa de Zaragoza no hay especialistas en ciertos ámbitos, como la traumatología y la ortopedia infantil, que serían necesarios para atender a esa niña maliense.
Sin embargo, esos servicios especializados sí se prestan en el otro hospital militar, el Gómez Ulla de Madrid. Por eso algunos médicos militares no entendían el plan del Ministerio de Defensa de llevar a la niña desde Mali a Zaragoza.
Defensa no responde
Como se ha indicado, ECD recibió hace más de un mes esta información sobre el traslado de esta niña maliense.
El lunes 13 de marzo, a primer hora de la mañana, envió una consulta al Departamento de Comunicación Institucional del Ministerio de Defensa, para recabar más detalles sobre el traslado de esta niña de Mali a España: cuándo estaba previsto, si participaría la Unidad Médica de Aeroevacuación, en qué avión se realizaría el traslado, qué tratamiento recibiría en el hospital y qué servicio del hospital se encargaría de ese tratamiento.
Al no recibir respuesta, ECD insistió ocho días después, el 21 de marzo. Pero una vez más el Ministerio de Defensa no contestó a la consulta de este medio.
Finalmente, el 27 de marzo, ECD se puso en contacto con la directora de Comunicación del Ministerio de Defensa, para trasladar por tercera vez esta misma consulta. De nuevo, no hubo respuesta a las preguntas sobre este asunto.
Pendiente de gestiones
Tras la falta de respuesta por parte del Ministerio de Defensa, pasadas las semanas Confidencial Digital volvió a consultar a fuentes militares conocedoras de esta operación.
Distintas fuentes corroboran que todavía no se ha producido el traslado de Mali a España de la niña con amputaciones.
El motivo de que aún no se haya realizado serían las gestiones, “el papeleo”, que son necesarias para ejecutar este tipo de traslados por motivos médicos de un país a otro.
Desde diferentes ámbitos de las Fuerzas Armadas confirman, sin embargo, que este plan es conocido en la Sanidad Militar y en los ámbitos que participarían en el traslado desde Mali y en la atención en España a esta niña.
Apuntan que en principio no se contempla que el viaje se realice en uno de los aviones militares del Ejército del Aire que vuelan entre España y Mali para trasladar a los militares españoles y abastecerlos con los suministros necesarios para el despliegue.
La idea sería que el viaje se realizara en un vuelo civil. Eso sí, una opción factible es que la niña fuera acompañada desde Mali por efectivos de unidades de Sanidad Militar, como la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER) del Ejército del Aire).
Extrañeza por el destino
Como ya apuntaron otras fuentes, militares conocedores de este plan muestran su extrañeza por el hecho de que se haya fijado el Hospital General de la Defensa de Zaragoza como destino de esta niña, y no el hospital de Madrid.
Confirman que en el centro hospitalario de Zaragoza no hay ciertos servicios médicos que sí hay en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, en la capital de España. Por eso indican que, desde un análisis lógico, se trasladaría a esta niña a Madrid. Es más, añaden que si se la lleva a Zaragoza, es probable que tengan que desplazar a la capital aragonesa a personal especializado para atenderla.
Algunas fuentes sugieren, por otro lado, que en Zaragoza existe un hospital especializado en pediatría y medicina infantil muy prestigioso. Se trata del Hospital Materno-Infantil, integrado en el complejo del Hospital Miguel Servet. Pero es un centro civil, distinto del militar Orad y Gajías.
Más atención al hospital de Zaragoza
En ciertos ámbitos de la Sanidad Militar este plan viene a corroborar las sospechas que algunos militares tienen de que el Ministerio de Defensa últimamente está tratando de poner más el foco en el Hospital General de la Defensa de Zaragoza que en el Gómez Ulla de Madrid.
No han pasado por alto las visitas de la ministra y la atención mediática que se ha dado en el último año al hospital de Zaragoza por la presencia de militares ucranianos, a los que se ingresó en este centro para curarles las heridas sufridas en la guerra por la invasión rusa.
Por cierto, que la atención a los ucranianos en el Orad y Gajías provoca ciertas críticas internas, por enfocarse demasiado en ellos frente al resto de pacientes, o así lo entienden algunos médicos militares.
Este miércoles Margarita Robles y el ministro ucraniano de Defensa visitaron el hospital Gómez Ulla, y se pudo ver a los ucranianos que también están siendo atendidos en Madrid.
Pero la sensación entre algunos oficiales del Cuerpo Militar de Sanidad es que en los últimos tiempos se está derivando cierta actividad del hospital de Madrid al de Zaragoza, más que antes. Lo atribuyen a decisiones superiores, y algunos entienden que puede ser una reacción en el Ministerio de Defensa a las polémicas que en los últimos años han envuelto al Gómez Ulla.
Otros niños atendidos
La Sanidad Militar tiene ya en su historial otros casos de atención a niños con graves problemas de salud en países donde hay destacadas tropas españolas, o donde se viven conflictos armados.
Médicos españoles del Ejército del Aire operaron en 2002 en Afganistán a un niño enfermo de linfoma, que sufría unos enormes tumores en la cara que amenazaban con ahogarle.
Otro niño afgano fue trasladado a España en 2015 para ser operado del esófago. Fue intervenido en el Hospital Sant Joan de Déu, en Barcelona, con el que el Ministerio de Defensa tenía un convenio para intervenciones pediátricas.
También hubo casos durante los años en los que hubo militares españoles destacados en Kosovo. Médicos militares salvaron en 2009 la vida de un niño de dos años, al que sus padres llevaron hasta la base española cuando sufría convulsiones, fiebre muy alta y parada respiratoria.
