Informe del Ejército de Tierra: habrá dos oleadas más de coronavirus y la crisis no se superará hasta dentro de año y medio

“Ninguna vacuna ofrecerá un 100% de protección”. “Las medidas de confinamiento ayudan a quitar fuerza a la epidemia, pero no van a terminar con ella”

Militares de la UME, junto a un vehículo de la Sanidad Militar.
Militares de la UME, junto a un vehículo de la Sanidad Militar.

“Habrá dos oleadas más de epidemia”. “La segunda ola no será tan extensa ni letal como la primera, porque enseguida se tomarán medidas de confinamiento fuertes y habrán mejorado los medios y tratamientos”. “Ninguna vacuna ofrecerá un 100% de protección”.

Son algunas de las afirmaciones que incluye un documento sobre el coronavirus elaborado por el Ejército de Tierra, que aparece bajo el título “Nota informativa. Informe cualitativo predicción epidemia largo plazo”. Dicho informe, al que ha tenido acceso Confidencial Digital (y que se puede consultar pinchando aquí), circula en ámbitos militares, y altos mandos confirman que lo han recibido.

Consultado el Ejército de Tierra sobre este informe y su contenido, han remitido al Ministerio de Defensa, donde no ha sido posible contactar con un responsable.

Sección de Apoyo a la Decisión

Según los sellos que ofrece el informe, la unidad responsable del documento es la Sección de Técnicas de Apoyo a la Decisión (SETAD), que depende de la Subdirección de Asistencia Técnica (SUBAT) de la Jefatura de los Sistemas de Información, Telecomunicaciones y Asistencia Técnica del Ejército de Tierra.

Según las fuentes militares consultadas por ECD, esta unidad se encarga de investigación operativa del Ejército: analiza datos, los somete a modelos matemáticos y así obtiene conclusiones prospectivas.

Dos oleadas más

En el documento se desgranan cuatro puntos del escenario que se prevé como más probable “en relación al actual brote de la COVID-19 provocada por el SARS-COV-2”. Al inicio del mismo, se precisa que el informe se ha elaborado “a partir de la información obtenida de fuentes abiertas”.

Uno de los puntos aborda la situación a “Largo plazo”. El Ejército de Tierra incluye previsiones muy concretas: la primera, que “habrá dos oleadas más de epidemia”.

Hasta llegar a ella, el pronóstico de la Sección de Técnicas de Apoyo a la Decisión es que “en verano descenderá el número de contagios. El calor ralentizará la expansión, pero no la detendrá completamente”.

El problema es que “habrá una segunda ola de COVID-19 al final del próximo otoño”, y además “posiblemente esto mismo se repita en el invierno siguiente”.

 

Confinamiento fuerte a finales de 2020

Sobre la segunda ola de coronavirus, el informe del Ejército de Tierra aporta elementos que invitan a cierto optimismo: “Dado que existirá un mayor nivel de inmunidad social por el presente brote, que se dispondrá de más medios y se reaccionará más rápido, se espera que la intensidad de esa segunda ola sea menor”.

También explica que el estudio de seroprevalencia que el Ministerio de Sanidad ha lanzado en toda España “se hace precisamente para conocer los resultados que permitan conocer qué fuerza tendrá la segunda ola, en el sentido de tener la información sobre cuánta gente queda por infectar”.

En este sentido, Tierra subraya que, “a mayor número de contagiados en la ola actual, menor capacidad de propagación en la siguiente”, al estar más personas inmunizadas frente al coronavirus.

Además, prevé que, si no hay muchos contagiados, la segunda ola “no será tan extensa ni letal como la primera, porque enseguida se tomarán medidas de confinamiento fuertes y habrán mejorado los medios y tratamientos”.

Habrá otra más: “La posible tercera ola estará ya muy disminuida, por disponer desde el principio de vacuna y tratamientos”.

Año y medio antes de volver a la normalidad

El documento prospectivo de la Sección de Técnicas de Apoyo a la Decisión del Ejército de Tierra hace también una previsión sobre cuándo se volverá a la normalidad, más allá de la “nueva normalidad” de la que habla el Gobierno de Pedro Sánchez.

La conclusión es que “se tardará entre un año y un año y medio en volver a la normalidad”. Incluso dibuja una gráfica con los sucesivos repuntes y oleadas del coronavirus en España.

La ola actual terminaría a finales de este mes de mayo, en su afección principal. La curva volvería a crecer entre finales de noviembre y principios de diciembre de 2020. El pico se produciría en torno a principios de enero, para empezar a decaer hasta acabar prácticamente en plano a principios de febrero.

El pico de esta segunda ola, de acuerdo con esta previsión, sería mucho menor que el vivido en esta primavera en España.

En cuanto a la tercera ola, tendría lugar entre el final del año 2021 y el inicio de 2022, pero ya con una incidencia en cuanto al número de contagios mucho menor.

Previsión de las olas de coronavirus.

La vacuna no protegerá al 100%

El Ejército de Tierra también aborda en este documento las vías para combatir la epidemia de este virus, que ha puesto en jaque a medio mundo, pero especialmente a España.

Uno de los puntos del informe trata de la inmunidad, y en ese punto muestra cierto pesimismo. Concluye que “ninguna vacuna ofrecerá un 100% de protección”, y además “nunca habrá un 100 % de inmunidad adquirida”.

Sobre la vacuna, echa por tierra las previsiones de que pueda estar lista en unos meses. “Ninguna vacuna, que haya seguido los protocolos occidentales de ensayos clínicos, podrá estar lista hasta enero-febrero de 2021”, pronostica.

No deja de tratar el asunto de la inmunidad adquirida, es decir, el debate de si alguien que se contagia una vez de coronavirus y lo supera, queda ya inmunizado y es imposible que se vuelva a infectar.

En el informe se puede leer: “Habrá un porcentaje de casos de personas que habiéndose contagiado vuelvan a hacerlo. Pero lo más probable es que, en estos casos, los síntomas sean mucho más leves y no de tipo pulmonar grave”.

También señala que “el coronavirus no desaparecerá, pero la inmunidad adquirida por los individuos contagiados, los muy posibles tratamientos eficaces que se descubran y la futura vacuna, determinará que los problemas que surjan sean mucho menores”.

El confinamiento no acaba con la epidemia

El cuarto y último punto del documento, “Otras consideraciones”, incluye una variedad de asuntos, pero algunos especialmente significativos, sobre todo en lo que se refiere a la efectividad del confinamiento.

La nota del Ejército de Tierra afirma, por ejemplo, que “el aislamiento no ayuda a detener la expansión, pero sí a ralentizarla”.

Poco después abunda en esa idea al asegurar que “las medidas de confinamiento ayudan a quitar fuerza a la epidemia, pero no van a terminar con ella”.

Estas afirmaciones llaman la atención tras casi dos meses de confinamiento en España decretado por el Gobierno en el marco del estado de alarma.

App de control de contactos

Entre esas “Otras consideraciones”, asegura también que “el problema no es tanto el número de casos severos o muertes, sino que se acumulen todos a la vez de nuevo y colapsen los servicios sanitarios”.

Ese colapso fue el que llevó al Gobierno de España a aprobar el permiso retribuido recuperable, para tener durante dos semanas prácticamente paralizado el país. Lo hizo, explicó el ministro de Sanidad Salvador Illa, para dar un respiro a los hospitales, que se encontraban en una situación crítica, desbordados de pacientes.

Sobre el futuro, el Ejército apunta de forma sucinta que el mayor peligro serán las aglomeraciones.

Y apoya una idea del Gobierno que ya han probado países como Corea del Sur: geolocalizar a los contagiados. “Sería extremadamente importante disponer de una aplicación de teléfono móvil de control [de] contactos para próximas oleadas”.

Las mascarillas quirúrgicas no sirven

Las Fuerzas Armadas tienen sus propios servicios de investigación médica y farmacológica, y suelen analizar la evolución de enfermedades y epidemias. Pero el interés en este caso, obviamente, es que la epidemia de coronavirus llevó al Gobierno a tomar la decisión inédita de sacar miles de militares a las calles de toda España para colaborar en la respuesta pública ante esta emergencia sanitaria.

Además, ha sido el Ejército de Tierra el que, junto a la UME, ha aportado el grueso de los efectivos desplegados en la “Operación Balmis”, y también ha sufrido más bajas por militares contagiados y aislados con síntomas.

De ahí que el documento subraye que “la idea fundamental para el Ejército es que se debe vigilar y estar preparados para la siguiente ola”.

El informe señala qué medios de protección habría que ir adquiriendo:

-- “Para la autoprotección, la OMS y los EEUU recomiendan la mascarilla N95, cuyo porcentaje de protección correspondería a la medida europea que se encuentra entre las mascarillas auto filtrantes FFP2 (92%) y FFP3 (98%) europeas. Y sólo se pueden reutilizar si contienen una “R” en su designación”.

-- “Otras, las mascarillas quirúrgicas habitualmente utilizadas en el ET [Ejército de Tierra], sirven para proteger a otros si la persona que la porta está contagiada, pero no sirven en absoluto para protegerse del contagio. El problema es la falta de disponibilidad en España de las FFP3. Para dicha autoprotección son también necesarias gafas”.

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