La ‘servidumbre’ en la Guardia Civil empeora el drama de la crisis en muchos agentes: algunos agentes no pueden vivir en ciertas capitales
El Gobierno y la cúpula de la Guardia Civil no dejan de pedir a los agentes paciencia y sacrificio por la crisis, mientras ellos demuestran una preocupante ausencia de empatía hacia los agentes. Entre la bajada de sueldo constante y de ayudas que hay -por ejemplo las ayudas de RENFE que han pasado del 65% al 10%-, sumado al desempleo de sus cónyuges, a muchos se les hace imposible vivir en ciertas capitales mientras hay puestos vacantes en otras zonas más asequibles sin ser cubiertos y que no pueden ser solicitados los mismos debido a una normativa llamada servidumbre para los que realizan una especialidad, siendo de 4 años en los que no pueden redireccionar su vida profesional, aún habiendo otros agentes queriendo ocupar esas vacantes que se dejarían, estando en muchas ocasiones destinados a cientos de kilómetros de sus ciudades de origen sin posibilidad de conseguir destino allí precisamente porque no se generan nuevas vacantes de especialista debido a la crisis. El director general de la Guardia Civil debería compensar a los GCs dejando a un lado, al menos mientras dure la crisis, los plazos de servidumbre o reducirlos a la mitad y echar así una mano al numeroso grupo de agentes afectados.
