Los nuevos hoteles ‘trend’: un iglú, una carreta de circo, una plaza de toros…

Para estas vacaciones hay alternativas a los tradicionales hoteles. Hay quien elige dormir en un iglú, en una caseta de árbol, en el carromato de unos artistas de circo de 1939 o incluso en una antigua plaza de toros. Estos son algunos de los hoteles más curiosos de España.

Hotel Iglú en Andorra.
Hotel Iglú en Andorra.

Una habitación iglú

Quizá el más peculiar de todos los destinos propuestos, este hotel ofrece la posibilidad de vivir una experiencia esquimal sin necesidad de salir de la Península. Situado en los Pirineos andorranos, a 2350 metros de altitud, dispone de elementos como un jacuzzi en el interior del habitáculo helado.

Una carreta de circo

Es, posiblemente, el ‘hotel’ más artístico de toda España. Se trata de una carreta de circo, debidamente acondicionada, que se alquila para pernoctaciones. Pertenece al Circo Raluy, y se encuentra en la población de Aldea, en Tarragona. Aunque a veces viaja con el circo a otras poblaciones.

Antiguamente era sitio de alojamiento de artistas de circo. Data de 1939 y dispone de 25 metros cuadrados –en los que hay capacidad para 6 personas-. Tiene dos habitaciones y un salón con televisor. El precio medio es de 200 euros por noche. Suele ser lugar de tránsito para acróbatas y artistas que viajan por diversos circos europeos.

Un hotel ‘Gaudí’

En Frigiliana, en la provincia de Málaga puede encontrarse el Hotel Los Caracoles, una instalación de varios bungalós inspirados en las formas creadas por el artista Antoni Gaudí. Las habitaciones, todas independientes, tienen forma de concha de caracol. Está enmarcado dentro de la zona de ‘pueblos blancos’ de la provincia.

El coste de pernoctación oscila –dependiendo de la temporada- entre los 100 y los 200 euros por noche.

Dormir en un árbol

Pasar una noche en un profundo bosque pero con todas las comodidades que ofrece un hotel urbano. Esa es la oferta del hotel Cabanes Als Arbres –Cabañas en los Arboles-, ubicado en el Parque Natural de Monseny (Cataluña).

Estas cabañas están construidas a diez metros del suelo, suspendidas entre árboles, por lo que la fauna nocturna apenas es consciente de su presencia y permite escuchar todo tipo de animales, según explican sus promotores. Eso sí, el aislamiento es total: no hay luz eléctrica, ni enchufes ni siquiera agua en el baño –el WC funciona con sistema ‘seco’, como los aviones-. Una alternativa para desconectar por completo.

Una plaza de toros reconvertida en hotel

En Almadén, Ciudad Real, la pérdida de población de la localidad supuso el cierre de la antigua plaza de toros. Un empresario del turismo decidió aprovechar la ocasión, reformarla y convertirla en un hotel. Aún mantiene el burladero, el ruedo –con arena incluida-. Curiosamente, la dirección del hotel especifica que “no se admiten animales”.


 

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