La acalorada conversación telefónica entre Consuelo Rumí y el ministro Corbacho en Roquetas del Mar por la contratación en origen de trabajadores de la fresa

El escenario fue el hall del Palacio de Congresos y Exposiciones de Roquetas del Mar. La secretaria de Estado de Inmigración se alejó de su equipo de asesores para hablar con el ministro de Trabajo. La conversación terminó en encendida discusión.

Para entender el motivo del tono de la charla entre Celestino Corbacho y Consuelo Rumí es preciso explicar primero algunos detalles. Para hacer frente a la campaña de recogida de la fresa que arranca el próximo mes de febrero, los empresarios onubenses lanzaron una oferta para la contratación de 21.000 trabajadores. La alta tasa de paro, que en Andalucía afecta a 707.000 ciudadanos, les obligaba a ofrecer trabajo a españoles antes que acudir a la contratación en origen, fuera de nuestras fronteras. Sin embargo, a esa oferta de empleo sólo respondieron 3.000 nacionales.

Consuelo Rumí viajó el pasado día 10 de diciembre a Roquetas de Mar para asistir al Congreso ‘Inmigración, Empresa y Gestión de la Diversidad’ junto a Gabriel Amat (PP), alcalde de la localidad. Tras recibir las quejas de los empresarios locales y percatarse del problema, decidió intervenir.

Según relatan a El Confidencial Digital varios testigos presenciales, mientras los asistentes participaban en la copa homenaje preparada por la organización –incluidos el subdelegado del Gobierno en Almería y el presidente de la Cámara de Comercio de la provincia-, la secretaria de Estado hizo un aparte y telefoneó desde el hall del Palacio con su móvil al ministro Corbacho. 

Las fuentes consultadas explican que la conversación terminó en discusión. El ministro insistía en que por nada del mundo debía hacerse público que hasta 18.000 parados andaluces habían rechazado el empleo, y menos debía trascender que, por ese motivo, se autorizarían contrataciones temporales de extranjeros en origen. Esto podía provocar –aseguró Corbacho- un nuevo “efecto llamada”.

Rumí aprovechó para dejarle claro al ministro que Freshuelva, la asociación que representa al 90%  de los productores y exportadores freseros, la estaba presionando para que la Secretaría de Estado de Inmigración diera luz verde a esta contratación en origen.

Finalmente, se impuso la tesis de Consuelo Rumí, y aquel mismo día, hizo público que el Gobierno había autorizado más de 30.000 contratos en origen para la temporada de la fresa en Huelva.

Pocos días después, el 14 de diciembre, El País recogió las declaraciones de Juan Antonio Millán, presidente de la Comisión de Municipios con Inmigración de Huelva (COMI) en las que confirmaba que “el cupo de trabajadores (para la campaña de la fresa) ya está cubierto con 25.000 extranjeros y 40.000 locales, entre españoles e inmigrantes con papeles”.

 

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