Ni Rodrigo Rato, ni Manuel Pizarro. Esperanza Aguirre tiene todo el poder y los votos en Caja Madrid y sigue queriendo colocar como presidente a Ignacio González

Las dos últimas ‘candidaturas’ han circulado aparentemente con el apoyo de Mariano Rajoy, para Rodrigo Rato, y de José María Aznar, para Manuel Pizarro, pero ni uno ni otro político tienen capacidad ni competencia para proponer el nombramiento, que va a depender directamente de Aguirre.

Fuentes autonómicas consultadas por El Confidencial Digital explican que, con la reciente reforma que ha aprobado para la caja, la presidenta regional tendrá mayoría más que holgada para poder tutelar la sucesión de Miguel Blesa.

De acuerdo con esas fuentes, de los cuarenta consejeros, Esperanza Aguirre controlará entre 27 y 28, más que suficientes como para marcar la decisión. En ese sentido, en el Partido Socialista de Madrid dan por seguro que ellos solamente podrán nominar cuatro o cinco consejeros.

Las mismas fuentes insisten en que la presidenta sigue firme en su apuesta de designar a Ignacio González para presidir Caja Madrid. Su “número dos” en la Comunidad se ha “trabajado” el cargo, consciente de que se quedará fuera del equipo de gobierno en la próxima remodelación que prepara Esperanza Aguirre. Y ésta es consciente de que, para evitarse disgustos, el vicepresidente tiene que tener una buena salida, como sería quedar al frente de la entidad de ahorro.

Respecto a la opción de Rodrigo Rato, en ámbitos económicos se comenta que el cargo de presidente de la caja madrileña parece “poco” para él, que ha sido vicepresidente y ministro de Economía, además de director del Fondo Monetario Internacional. Y que ahora es asesor de importantes entidades, entre ellas Banco Santander y Telefónica, con espléndidas retribuciones económicas.