Caos en las autonomías: el Gobierno no confirma la rebaja del 50% en autobús y metro

Finaliza en cuatro días, el 31 de diciembre. Transportes no les ha garantizado la subvención del 30% del precio y los gobiernos regionales sólo están dispuestos a asumir el 20%

Archivo - Foto de un autobús.
Archivo - Foto de un autobús.
  1. Adiós a la rebaja del 50%
  2. Obligados a cerrar la puerta a la prórroga
  3. El Gobierno no garantiza la subvención del 30%
  4. Renfe y Cercanías
  5. Modelo distinto de transporte
  6. Tarifas por encima de los 40 euros
Metro de Ma
Caos en las autonomías: el Gobierno no confirma la rebaja del 50% en autobús y metro.

Los españoles que disfrutan del abono de transporte público rebajado al 50% desde septiembre del año pasado, corren el riesgo de dejar de hacerlo a partir del próximo 1 de enero, cuando finalice la medida. El Gobierno no ha confirmado la subvención a las autonomías, y la mayoría admiten que no podrán asumir ese coste.

Tras el anuncio de Pedro Sánchez de que los abonos de Cercanías operados por Renfe Operadora serían gratuitos, los gobiernos regionales y ayuntamientos de casi todo el país decidieron también bajar a la mitad el precio del abono de autobús y metro en sus territorios.

Así, el 1 de septiembre del año pasado entró en vigor la reducción del abono transporte público anunciado por el Ejecutivo, coincidiendo con la vuelta de las vacaciones de la mayoría de los estudiantes y trabajadores.

Se trata de una reducción que se mantiene vigente hasta el 31 de diciembre, y que es del 100% en los abonos estatales de Cercanías-Renfe, y de al menos un 30% en el caso de los que dependen de ayuntamientos y comunidades autónomas.

Adiós a la rebaja del 50%

Ahora, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes de la mayoría de los territorios, las autonomías se van a descolgar a partir del próximo 1 de enero de la rebaja del transporte público que ha impulsado el Gobierno.

El nuevo Ejecutivo de coalición entre PSOE y Sumar se enfrenta a su primer gran desafío: la prórroga del “escudo social” para combatir los efectos de la inflación y la crisis agravada por la guerra de Ucrania.

A unas horas de que el real decreto sea aprobado por el Consejo de Ministros, los negociadores de ambos partidos están chocando precisamente en los términos de la extensión de la gratuidad del transporte público y en la letra pequeña de los impuestos especiales a la banca y las energéticas.

Obligados a cerrar la puerta a la prórroga

La mayor parte de los gobiernos regionales admiten que se van a ver obligados a cerrar la puerta a la prórroga, desmarcándose así del anuncio del Ejecutivo central, que ha reafirmado en las últimas semanas la intención de extender durante todo 2024 las ayudas al transporte público de su competencia. Es decir, Renfe, Rodalies de Catalunya y Cercanías.

Hay que recordar también que el principal anuncio de Pedro Sánchez durante su discurso de investidura, todavía a falta de conocer la letra pequeña, fue la gratuidad de todo el transporte público (desde trenes a autobuses) para menores, jóvenes y desempleados a partir del próximo 1 de enero. Pero el Gobierno va a limitar por ahora la medida al Metro y autobús urbanos: los trenes quedan fuera.

 

Sin embargo, tampoco se han facilitado más detalles por el momento sobre el alcance y el coste de esta medida, que también debe ser implementada en cooperación con los ayuntamientos y las comunidades autónomas.

El Gobierno no garantiza la subvención del 30%

Hasta el momento, la mayoría de autonomías y ayuntamientos vienen complementando hasta el 50% las ayudas del Ejecutivo a las tarifas del transporte público de competencia autonómica o municipal.

Es decir, vienen sumando un 20% más a la ayuda del plan anticrisis del Gobierno para paliar las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania.

El Ministerio de Transportes ha transferido en los últimos meses 200 millones a las comunidades, para que subvencionaran un 30% los abonos, y que con recursos propios pudieran llegar a rebajar “hasta un 50% o incluso más”, como es el caso de la Comunidad de Madrid, que alcanza el 60%, si así lo decidían.

A cuatro días de que expire la medida, el Gobierno no ha confirmado a las autonomías que a partir del 1 de enero vaya a conceder esa ayuda, según ha podido confirmar ECD por fuentes de varias de ellas.

Renfe y Cercanías

Para este ejercicio, Hacienda ha incluido en los Presupuestos Generales del Estado una partida de 700 millones de euros con la que financiar el coste de los abonos de Renfe, Rodalies y Cercanías.

Pero no ha garantizado a las comunidades autónomas que, en el nuevo decreto anticrisis que aprobará previsiblemente este miércoles, se incluya la subvención del 30% a los transportes autonómicos y municipales. Es una medida que, según admiten a ECD en la mayoría de territorios, va a provocar que solo puedan asumir hasta el 20% del coste como hasta ahora.

En comunidades y ayuntamientos reconocen que los alcaldes y presidentes autonómicos decidieron incluir, entre sus principales bazas electorales de cara a las elecciones del 28 de mayo, la rebaja del precio del abono de autobús y metro, siguiendo la estela de los trenes de Cercanías y media distancia gratis anunciada por Pedro Sánchez. Pero las elecciones ya se han celebrado.

Modelo distinto de transporte

En España, cada comunidad tiene su propio modelo de transporte público, y billetes y tarifas diferentes, con precios reducidos para colectivos determinados.

En la Comunidad de Madrid hay aproximadamente cinco millones de usuarios dados de alta en el sistema de abono mensual, que antes pagaban unos 54,60 euros para la zona de Madrid capital, y 82 euros si su abono alcanza toda la región.

Con el descuento del 50%, ha pasado a costar 27,30 euros y 44 euros, respectivamente. El abono joven, que tenía un precio de 20 euros, ha quedado en 10 con la rebaja a la mitad.

En Cataluña, los billetes de 10 viajes conocidos como T-Casual, que costaban 11,35 euros, con la rebaja del 50% han quedado en 5,67. Los billetes T-Usual, que permiten viajes ilimitados durante 30 días, han pasado de 40 euros a 20.

Tarifas por encima de los 40 euros

Según un estudio realizado por la organización de consumidores FACUA sobre el precio del autobús urbano en 57 municipios, Madrid es la ciudad con la tarifa más cara: 54,60 euros.

Le siguen ciudades como Gerona, cuyo precio es de 47 euros; y Valencia y Zamora, con 45 euros. También se sitúan por encima de los 40 euros Oviedo y Tarragona, con 42 y 41,5 euros, respectivamente. Barcelona, por su parte, oferta un precio mensual de 40 euros, mientras que en Sevilla se sitúa en los 35 euros.

Albacete registra la tarifa para el bono de autobús más barata de España: 15 euros. Junto a ella se encuentran otras capitales castellano-manchegas como Ciudad Real, 20 euros; y localidades castellano-leonesas como Soria, 21,50 euros; Ávila, 22 euros y Salamanca 22,05 euros.

De hecho, el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco decidió implantar una tarifa plana de 20 euros en el transporte urbano, y reclama la extensión de los bonos AVANT de Renfe entre las capitales castellanas conectadas por ferrocarril.

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