Las grandes consultoras desinflan los PERTES, la medida estrella del Gobierno para los fondos europeos

En apenas dos semanas, el 30 de abril, finaliza el plazo para que el Gobierno de Pedro Sánchez envíe a la Comisión Europea la documentación para recibir los 140.000 millones de euros del fondo europeo para la recuperación de la crisis del coronavirus.

Por un lado, España tiene que enviar su propuesta de reforma, que debe cumplir con lo establecido en los semestres europeos de 2019 y 2020: un conjunto de reformas recomendadas por la UE específicamente para nuestro país. Por el otro, hay que detallar el plan que desarrollará las inversiones, en sintonía con la estrategia de transformación económica que se pide desde Bruselas.

El martes el presidente del Gobierno compareció tras el Consejo de Ministros para dar algunas pinceladas sobre el destino de los fondos. Sánchez ha calificado del plan como “el más ambicioso de la historia”.

Discurso triunfalista

El tono triunfalista en el Ejecutivo no es nuevo en lo relativo a los fondos europeos. Tras su aprobación, los ministros felicitaron al presidente recibiéndolo con aplausos en La Moncloa.

Sin embargo, algunos puntos siguen estando sin resolver. Las reformas anunciadas hasta el momento no son completas por falta de consenso con los agentes sociales; o los planes de inversión, más allá de las cifras macroeconómicas, siguen sin especificarse.

Ningún PERTE aprobado

Las dudas afectan, por ejemplo, a los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTES), que fueron una de las novedades que más acapararon la atención en su momento. Sin embargo, todavía no se ha aprobado ninguno.

Esta nueva figura, con vocación de permanencia, es un nuevo instrumento de colaboración público-privada, algo que, según el Gobierno es “clave” para le ejecución de los proyectos tractores de la transformación económica.

Este mismo miércoles, Pedro Sánchez anunció en el Congreso que el Gobierno ya está trabajando en el primer PERTE para el desarrollo del vehículo eléctrico. Además, subrayó en la importancia del entendimiento entre las empresas y la Administración Pública para la recuperación económica.

La idea es la de crear un Registro de PERTES, dependiente de Hacienda, donde las empresas interesadas se vayan inscribiendo para participar. Sin embargo, hasta el momento, según el ministerio de Hacienda, solo se ha anunciado —aunque no aprobado— el relativo al del mundo del automóvil. Solo se ha concretado la construcción de una fábrica de baterías en Martorell (Barcelona), en la que participarán SEAT, Volkswagen e Iberdrola. De hecho, que el Gobierno se “retratase” con actores concretos ha levantado ciertas críticas.

Las consultoras no lo ven claro

Confidencial Digital ha podido saber que en las grandes consultoras, que serán clave para gestionar este tipo de colaboraciones empresariales, no albergan demasiadas expectativas en este instrumento. Por ejemplo, desde KPMG algunas fuentes señalan que lo más probable es que finalmente se opte preferentemente por otros instrumentos.

 "La sensación que tenemos, después de muchas conversaciones mantenidas con distintos interlocutores, es que no va a haber tantos PERTES”, aseguran a ECD desde dentro de la consultora.

En opinión de estas fuentes, conocedoras de la gestión de KPMG de los Fondos Europeos, el problema de los PERTES es el de su complejidad: “Son complicados de poner en marcha para la Administración: por su novedad y por la dificultad de crear procesos competitivos para una cosa así en comparación con una línea de ayuda”.

Arrastrar a otras empresas para los Fondos Europeos

Con todo, creen que, a pesar de no concretarse en los PERTES, uno de los factores más importantes a la hora de ejecutar los Fondos Europeos será el de que, los proyectos que aspiren a ellos, tengan esa capacidad de arrastre del resto de empresas de los sectores afectados.

Desde el ministerio de Hacienda señalan que es “pronto” para realizar una estimación en este momento. Otro de los sectores que se apunta para la creación de un PERTE es el agroalimentario. Pero, por el momento, a parte del ya mencionado del automóvil, no hay otros en el horizonte.