Las inmobiliarias tienen dificultades para cerrar ventas de ‘stock’ de pisos a rusos y chinos porque no se han puesto en marcha los permisos de residencia a extranjeros
El sector inmobiliario está metiendo prisas al Gobierno. Se quejan de que tienen acordadas operaciones de venta de 'stock' de pisos con rusos y chinos que no pueden acabar de cerrar porque el anuncio del Ejecutivo de conceder permisos de residencia a extranjeros que compraran pisos en España aún no se ha materializado.
El Gobierno facilitará y agilizará la concesión del permiso de residencia a aquellos extranjeros que lleven a cabo adquisiciones inmobiliarias por encima de 500.000 euros, frente a los 160.000 euros anunciados en un primer momento.
Así lo anunció la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del viernes.
También prevé la residencia para los extranjeros que inviertan en proyectos empresariales que creen puestos de trabajo, tengan un impacto relevante desde el punto de vista socioeconómico o de la innovación científica y tecnológica o compren deuda pública por más de dos millones de euros.
Poner en marcha los permisos de residencia
Pues bien. Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes del sector, las inmobiliarias llevaban semanas transmitiendo al Gobierno la necesidad de poner en marcha cuanto antes esta iniciativa.
Por una razón clara. Explican que cuentan con operaciones abiertas de venta de pisos, especialmente a rusos y chinos, que no pueden acabar de materializar por el retraso de esta medida, a la que muchos inversores extranjeros están esperando para formalizar las compras.
Los pisos que buscan rusos y chino en España
Según las fuentes consultadas, los ciudadanos rusos y chinos se han visto atraídos por la caída continua del precio de los pisos en España, que se sitúan ahora hasta un 60% por debajo que hace un año.
Ese interés creciente ha hecho que los bancos españoles hayan comenzado a negociar acuerdos con agencias inmobiliarias en Moscú y Pekín para canalizar y agilizar las ventas.
El prototipo de pisos que están buscando los inversores chinos y rusos son viviendas nuevas por menos de 400.000 euros, especialmente, en la costa española, aunque los chinos también solicitan información sobre inmuebles en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia.
