Pablo Iglesias asusta a Bruselas: la UE pide que Sánchez le retire de las negociaciones sobre la renta mínima europea
La propuesta del vicepresidente eleva el coste a los 12.000 millones, Europa lo considera “inasumible” y ha reclamado al Gobierno que el interlocutor sea el ministro Escrivá
Pablo Iglesias, con el apoyo de Italia y Portugal, presiona en Bruselas para que la UE se implique de forma más contundente en la puesta en marcha de medidas sociales para amortiguar la crisis económica provocada por el coronavirus. Pero la propuesta de renta mínima del vicepresidente segundo del Gobierno ha provocado rechazo en Europa.
Por el momento, la Vicepresidencia de Derechos Sociales, junto a los ministerios italiano y portugués, ha propuesto a la UE que impulse una renta mínima de carácter europeo que complemente la ayuda que, en el caso de España, se pondrá en marcha en las próximas semanas.
Iglesias y sus homólogas portuguesa e italiana -AnaMendes y Nunzia Catalfo, respectivamente- han diseñado el borrador de una ayuda que acompañe a las rentas mínimas nacionales.
Básicamente, la propuesta de los tres gobiernos pasa por que Bruselas establezca para cada uno de los 27 estados de la Unión Europea un umbral mínimo de renta que se considere suficiente para tener cubiertas las necesidades básicas.
Que Europa pague parte de la prestación
Así pues, si las familias no alcanzaran este nivel de ingresos, los gobiernos de cada país tratarían de garantizárselos con una ayuda nacional. Y si incluso así las familias no llegaran al mínimo de ingresos determinado por Bruselas, sería la propia UE quien les proporcionaría la cantidad que les faltara.
Según la propuesta, la UE calcularía la cuantía para cada país en función de criterios sociales y económicos.
La propuesta de Iglesias asusta a Bruselas
De momento, Bruselas ha trasladado a los estados miembros que quiere conocer la propuesta de coste del ingreso vital en cada país antes de avanzar en la renta mínima europea. Precisamente, la cuantía que deberá cobrar cada beneficiario es uno de los asuntos que está complicando enormemente estas negociaciones.
Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras de las conversaciones, el vicepresidente Iglesias está planteando que la renta mínima tenga unos baremos establecidos según la estructura familiar de cada beneficiario, con un coste máximo de 12.000 millones.
La prestación se establecería por tramos, explica, que irían desde un mínimo de 462 euros al mes –entre los 431 euros que se pagan por el subsidio extraordinario por fin de contrato temporal y los 548,6 del indicador Iprem- y, a partir de ahí, se iría elevando por tramos en función del tipo de unidad familiar, el número de hijos, de miembros dependientes y de gastos demostrables… hasta un máximo de 1.015 euros.
En Bruselas no se ha pasado por alto que esa cantidad superaría el SMI, fijado este año en España en los 950 euros, y podría provocar agravios comparativos con esos trabajadores.
Esta prestación debería otorgarse de forma inmediata a un millón de familias, según los cálculos anunciados por el Gobierno. Por lo tanto, en el escenario más optimista, si a todos los beneficiarios se les concediera la prestación mínima de 462 euros, el importe anual alcanzaría los 5.544 millones de euros.
En el lado opuesto, si se les concediera la prestación máxima, la cantidad se dispararía por encima de los 12.000 millones al año.
Iglesias se niega a retirar su propuesta
Según las fuentes consultadas por ECD, Iglesias se niega a retirar su propuesta con la que busca conseguir acercarse a la ayuda de 1.200 euros al mes que ha venido prometiendo para su renta mínima.
Hay que recordar que las discusiones entre la Vicepresidencia de Derechos Sociales y el Ministerio de Seguridad Social, en torno a las cuantías del ingreso mínimo vital anunciado por Moncloa para el mes de junio, llevan semanas protagonizando un pulso ministerial por la medida estrella del Gobierno en materia social.
Que el interlocutor sea el ministro Escrivá
Ahora, Bruselas ha trasladado a España que la propuesta de Iglesias es “inasumible” y ha pedido a Pedro Sánchez que retire al vicepresidente segundo del Gobierno como interlocutor.
Incluso ha planteado que sea el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, el encargado de liderar estas negociaciones en la UE. Hay que recordar que, en sus primeros cálculos, los técnicos del Ministerio realizaron una previsión del gasto que supondrá la renta mínima para las cuentas del Estado cercana a los 5.500 millones.
En aquel momento ya advirtieron que esa cantidad podría reducirse teniendo en cuenta que, con la aplicación de este nuevo ingreso, desaparecerían otras prestaciones, que quedarían absorbidas por la nueva ayuda.
La Seguridad Social se alinea con la AIReF
De hecho, el ministro Escrivá ha explicado en los últimos días que aplicar la renta mínima vital en España podría costar unos 3.000 millones de euros. Una cifra que coincide con la estimación realizada días antes por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).
En la cúpula económica del Gobierno no pasan por alto que la AIReF pertenece a la Red de Instituciones Fiscales Independientes de la UE, lo que garantiza prácticamente que el coste propuesto por la Seguridad Social sea autorizado por Bruselas.
“Se necesita el visto bueno de la UE porque quedará como un gasto permanente y estructural en las cuentas públicas, no temporal, y eso afectará al déficit”, justifican a ECD desde el departamento de José Luis Escrivá.
Por tanto, la propuesta de Pablo Iglesias, de otorgar una ayuda mensual de hasta 1.200 euros, se quedará en una prestación que, con carácter general, será inferior a los 500 euros al mes. Es decir, menos de la mitad de la aspiración del vicepresidente segundo del Gobierno. Un coste cuatro veces inferior.
