Alierta estuvo pendiente hasta las seis de la mañana del sábado de la oferta de Telefónica por Vivo, que finalmente retiró
César Alierta pasó el viernes una de sus noches más decepcionantes. Hasta las seis de la mañana del sábado estuvo pendiente de la respuesta de Portugal Telecom a la última oferta por Vivo, y cuando comprobó que le pedían otro aplazamiento, decidió cortar y retirarla.
Escucha El Chivato, de altos cargos de Telefónica, que hay un enorme malestar en la operadora española con los procedimientos y tácticas utilizados por la parte portuguesa. Incluso le llegan algunos duros calificativos para describir esa actuación, el más leve el de “engaño”.
Especialmente molestos se sienten en Telefónica por la actuación del primer ministro portugués, el socialista Sócrates, que se ha resistido a las presiones europeas para que deje de utilizar una ‘acción de oro’ que no es de recibo por parte de Bruselas. A Sócrates le ven ahora ven poco menos que como un ‘empleado’ de Portugal Telecom.
Hay expectación por conocer cómo reaccionarán los accionistas de Portugal Telecom cuando vean hoy, lunes, el comportamiento de las bolsas, con un previsible castigo muy duro a la cotización de PT. Y qué responderán cuando tengan que enfrentarse a la suma de querellas que van a recibir, por parte de inversores y accionistas, por su actuación en la oferta de Telefónica por Vivo.
