Rubalcaba confía en que la inseguridad provocada por la crisis económica le toque “al siguiente” ministro y no a él

La previsión de una crisis económica asusta a muchos políticos, sobre todo socialistas, porque las consecuencias pueden ser desastrosas. Uno de los que sienten esa inquietud, y así lo ha confesado en privado, es el titular del ministerio del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Rubalcaba considera que, si se produce una recesión, aumentará el paro, y eso afectará sobre todo a mano de obra inmigrante. Lo cual provocará previsiblemente problemas graves de seguridad en España, donde la presencia extranjera es cada día más fuerte.

Desde el punto de vista del titular del Ministerio del Interior, no hay que descartar incidentes de consideración, porque algunos inmigrantes “tendrán que asaltar casas para poder comer ellos y sus familias”.

Con todo, a Rubalcaba el asunto no le quita directamente el sueño, o sea, no como ministro responsable del orden público. Ha confesado, siempre en privado, que él confía en que, si esa difícil situación llega, “le toque al siguiente ministro del Interior”.