Dificultades para alojar en Madrid a los policías que blindarán la investidura

Las Unidades de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional están viviendo semanas complicadas. La sucesión de manifestaciones no comunicadas que se celebran cada tarde-noche ante la sede nacional del PSOE está obligando a un despliegue no previsto para proteger los alrededores de la calle Ferraz de Madrid.

Los grupos que están movilizando a los manifestantes por canales de Telegram y otras redes sociales ha animado ahora a protestar este miércoles y jueves en las cercanías del Congreso de los Diputados contra la investidura de Pedro Sánchez, que será elegido presidente del Gobierno con el apoyo de ERC, Junts y EH Bildu, entre otros partidos.

Eso ha obligado al Ministerio del Interior a diseñar un dispositivo policial muy potente, para evitar que los manifestantes puedan llegar a la cámara baja o alteren de alguna forma el debate parlamentario. Se habla de más de 1.000 agentes desplegados, llegados desde ciudades como Málaga y Granada (Vª UIP), Bilbao (VIª), La Coruña (VIIIª) y Oviedo (IXª).

El Chivato ha podido saber que entre agentes de las UIP de fuera de Madrid que fueron avisados de que serían desplazados a la capital comenzaron hace días a preocuparse por un problema logístico importante: las dificultades para encontrar alojamiento.

Cuando un contingente importante de policías antidisturbios es enviado a otra ciudad, lo habitual es que se tengan que “buscar la vida” para alojarse. Buscan hoteles u hostales en los que poder pernoctar y después, pasan a sus unidades los gastos, para que les abonen las dietas.

Pero estos días, los agentes se han encontrado con que es difícil encontrar plazas disponibles en la capital. Los relevos de policías de refuerzo se solapan en parte, por lo que los agentes que iban a ser enviados a Madrid no lo han tenido fácil para conseguir un hostal en el que dormir estos días, ya que aún había otros compañeros aún desplazados en la capital.

Hay que recordar que el alojamiento trajo de cabeza a la Policía Nacional y a la Guardia Civil durante los despliegues especiales en Cataluña, entre los años 2017 y 2019.

Los policías y guardias civiles enviados en septiembre de 2017 para tratar de impedir el referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre se alojaron en primer lugar en hoteles y hostales.

Cuando los agentes realizaron las primeras operaciones contra la logística del referéndum, y sobre todo tras las cargas en los puntos de votación del 1-O, los escraches de los independentistas obligó a Interior a reubicarlos en otros lugares.

Así se llegó a la solución de atracar cruceros en Barcelona y en otros puertos, para llenar sus camarotes con policías y guardias civiles. Ese es el origen del apelativo “piolines”, porque uno de los barcos estaba decorado con imágenes de Piolín y otros personajes de los Looney Tunes. En despliegues posteriores, los agentes se alojaron de nuevo en hoteles pues la tensión social ya se había rebajado en parte.

Tanto en 2017 como en otros momentos, también fueron ubicados en acuartelamientos militares, como El Bruc, en Barcelona, y en la Comandancia de la Guardia Civil, en Sant Andreu de la Barca.

La Guardia Civil y la Policía Nacional trataron de planificar mejor toda la logística de los alojamientos y las dietas en los dispositivos especiales en Cataluña, porque eran origen de numerosas quejas, denuncias y recursos de los agentes.

Ahora, la situación se repite en parte en Madrid. Los policías antidisturbios afectados preveían un caos y problemas para poder encontrar dónde dormir estos días.

Estas unidades especializadas en mantenimiento del orden público llevan semanas de mucho trabajo. Ya mandaron refuerzos a Madrid (por ejemplo, desde Valladolid) para la jura de la Constitución por la princesa de Asturias ante las Cortes Generales, evento que ya obligó a blindar el Congreso de los Diputados y el trayecto hasta el Palacio Real de Madrid.

Días después comenzaron las protestas contra las sedes del PSOE. La más numerosa y violenta es la de Madrid, pero se producen también en otras ciudades de España.

A eso se añade que han coincidido estos días eventos de la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea que requieren una vigilancia especial. Este lunes 13 se reunieron los ministros europeos de Vivienda en Gijón.

Los partidos de fútbol de Champions League, y otros de Liga de alto riesgo, requieren un dispositivo policial reforzado.

Y todo ello con un refuerzo del Nivel 4 de Alerta Antiterrorista que decidió el Ministerio del Interior tras los ataques yihadistas que hubo en Europa, como venganza a la operación militar de Israel contra Gaza tras el ataque de Hamás.