Había diputados escondidos en la sala del Congreso donde se habló de la ELA
En unas jornadas sobre esclerosis lateral amiotrófica celebradas en el Congreso de los Diputados, el portavoz de la asociación CONELA, Juan Carlos Unzué, quiso saber cuántos diputados había en la sala. “Creo que he contado cinco”, afirmó tras pedirles que levantaran la mano, y reprochó la ausencia del resto ironizando con que “tendrán algo muy importante que hacer”.
Sin embargo, según ha podido saber El Chivato fueron más los diputados que asistieron a la ‘Jornada parlamentaria por una regulación que garantice una vida digna a las personas con ELA’ celebrada en la Cámara Alta. Estaban en la sala pero no levantaron la mano.
Hay que recordar que la intervención de Unzué se produjo en el marco de la mesa ‘La ELA desde el punto de vista del enfermo’, que se desarrolló pasadas las 11:30 de la mañana. Horas antes de que diera comienzo el acto, los asistentes habían sido recibidos por la presidenta de la Cámara, Francina Armengol. Otros cargos fueron acudiendo a sesiones concretas de la sesión, cuya programación se desarrolló a lo largo de toda la mañana, pues incluía tres ponencias, tres mesas de debate y la lectura de un manifiesto.
La tercera de esas mesas, acerca del compromiso de los partidos políticos con la ELA, contó con la presencia de representantes de cinco partidos: Carmen Martínez (PSOE), Elvira Velasco (PP), Rocío de Meer (Vox), Rafael Cofiño (Sumar) y Pilar Velasco (Junts Per Catalunya), si bien habían sido invitados los portavoces de Sanidad de todos los grupos parlamentarios. Además, el cierre institucional corrió a cargo del ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, quien también presenció como público la mesa anterior.
Fuentes de la organización informan a El Chivato de que también estaban presentes en la sala varios miembros de la Comisión de Sanidad. Insisten en que había más diputados en la sala Constitucional del Congreso en el momento en que Juan Carlos Unzué enunció su pregunta. Sin embargo, a diferencia de sus compañeros, optaron por no identificarse y decidieron no levantar la mano.
