El inicio de las negociaciones de los presupuestos pinta bien para el Gobierno
El Gobierno ha comenzado a mover ficha. Los Presupuestos Generales del Estado para este año están prorrogados, pero el Ejecutivo ya trabaja en la elaboración de unos nuevos que permitan dejar atrás los de 2023. La vicepresidenta cuarta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se ha reunido ya con todos los partidos políticos del Congreso para abordar las cuentas generales, el proyecto más importante de cada año para La Moncloa y del que depende la robustez parlamentaria del Gobierno.
En 2019, tras la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa, Podemos votó contra las cuentas del Estado y las tumbó. Acto seguido, Sánchez convocó elecciones generales. Sin embargo, desde la formación del Gobierno de coalición —antes con Unidas Podemos y ahora con Sumar— Montero ha conseguido sacar adelante tres presupuestos generales a pesar de la complicada aritmética parlamentaria.
Los presupuestos de este año se antojan especialmente complicados. El Partido Popular se ha mostrado muy crítico con el Ejecutivo por sus acuerdos con los partidos independentistas, especialmente EH Bildu y Junts per Catalunya, apoyos necesarios que han llevado al Partido Socialista a apoyar y presentar la Ley de Amnistía. Además, los populares controlan el Senado gracias a la mayoría absoluta obtenida en las elecciones generales del 23 de julio y también son cruciales para la tramitación de las cuentas.
Y el partido de Carles Puigdemont tampoco ha dado su brazo a torcer en los últimos meses. Ha mantenido la incógnita sobre su apoyo a las iniciativas del Ejecutivo hasta el último minuto, e incluso ha tumbado la propia amnistía porque no satisface todas sus exigencias y no incluir en el ‘olvido’ penal los delitos de todo tipo de terrorismo.
En este ambiente, se han producido ya las primeras conversaciones y encuentros de Montero con todos los representantes de las fuerzas de la Cámara Baja. También con Junts y con el PP. Y las sensaciones que traslada el Ejecutivo, son buenas, según ha podido saber El Chivato. Aunque solo se trata de primeros contactos, ninguna formación se ha mantenido especialmente combativa ni se ha negado a avanzar en las negociaciones.
Aún falta todo el proceso de elaboración de las cuentas, y habrá exigencias por parte de todos, pero el Ejecutivo ha encontrado un buen caldo de cultivo para negociar los Presupuestos, aunque los antecedentes de los últimos meses y el semestre electoral puedan dificultar las negociaciones en el futuro. Una situación que no se le escapa al Ejecutivo, que valora la posibilidad de tener que mantenerse todo el año con los números de 2023. Desde Moncloa explican, además, que no sería una situación especialmente incómoda.
En 2020, con la llegada de la pandemia, las cuentas del Gobierno de Mariano Rajoy se prorrogaron y ello no impidió avanzar en la aprobación de decenas de normas.
