Pique entre paracas y ‘boinas verdes’ por un supuesto “salto inédito hasta la fecha”: salto con perro
El Ejército de Tierra celebró a principios de junio haber registrado el “primer salto en apertura manual de un militar junto a su perro”. “El Mando de Operaciones Especiales (MOE) -afirmaba- ha marcado un importante hito, al lograr el primer salto con perro, en la modalidad de apertura paracaidista manual, durante el ejercicio ‘Lone Paratrooper’, desarrollado del 16 al 27 de mayo, en León”.
La información cuenta que un operador “del equipo K9 del MOE y su perro Lucas realizaron este salto inédito hasta la fecha, que estuvo supervisado y dirigido por la Unidad de Experiencia del Grupo Logístico de la Brigada ‘Almogávares’ VI de Paracaidistas”.
La noticia de este hito fue recogida en distintos medios de comunicación, y llegó a algunos militares paracaidistas que, según ha podido saber El Chivato, la leyeron con una mezcla de sorpresa y disgusto.
Militares con experiencia en la Brigada ‘Almogávares’ VI de Paracaidistas (Bripac) no entienden que se anuncie y proclame ese salto como “un hito”, como un episodio pionero de los ‘guerrilleros’ o ‘boinas verdes’ del Mando de Operaciones Especiales, porque la Bripac realizó hace ocho años ese mismo salto, e incluso más complicado.
Tuvo lugar en 2014, durante el citado ejercicio ‘Lone Paratrooper’, en el que participan distintas unidades militares y policiales que realizan saltos con paracaídas.
Según contó la revista ‘Boina Negra’, publicación oficial de la Brigada Paracaidista, durante el ‘Lone Paratrooper’ de 2014 “surgió la posibilidad de estudiar la viabilidad de infiltrar un equipo cinológico por medio de un lanzamiento paracaidista APM [apertura manual] en la modalidad de tándem”.
Es decir, se trataba de probar que un paracaidista militar se lanzara desde un avión, llevando anclado a un cuerpo a otro militar, guía canino, y al perro adiestrado.
Durante semanas se diseñaron arneses y atalajes, se llevó a los perros a los aviones para que se familiarizaran con ellos, y finalmente el 3 de diciembre de 2014 subieron a un avión. Dos cabos 1º de la Brigada ‘Almogávares’ VI de saltaron, uno con un subteniente y su perro pastor belga, y otro con un cabo 1º y otro perro de la misma raza.
Los perros llegaron a relajarse durante el salto. Nada más tomar tierra y abrir los arneses, los guías pusieron en acción a los animales: uno se puso a buscar explosivos en un vehículo, y el otro saltó a neutralizar a un figurante que empuñaba una pistola. Se comprobó así que el estrés del lanzamiento desde el aire no impedía a los perros ser efectivos en las misiones para las que están adiestrados.
“Saltaron dos militares y el perro, y, como siempre, los primeros fueron de la Bripac”, destacan militares de esta unidad del Ejército de Tierra.
Estos militares critican con cierto enfado que el Mando de Operaciones Especiales pretenda apropiarse de hitos registrados hace años por la Brigada Paracaidista.
Reivindican el papel de la Bripac como pionera en numerosas modalidades de paracaidismo militar en España: “Mucha gente de la Brigada las ha pasado canutas probando equipos, probando límites de viento, velocidad de salida de los aviones, si saltar por delante o por detrás del avión, teniendo emergencias, palmando gente, para que ahora se quiera borrar todo eso”.
Recitan una lista de tipos de salto en los que fueron miembros de la Bripac los primeros en practicarlos en España: los primeros en utilizar paracaídas tipo ala como paracaídas principal; con paracaídas de emergencia tipo ala; los primeros que tuvieron y fabricaron arneses para llevar los dos paracaídas en la espalda; los primeros instructores tándem; los primeros en saltar con cargas de más de 100 kilos a más de 25.000 pies de altura con oxígeno; los primeros en saltar con cargas de acompañamiento o guiadas de más de 150 kilos...
“Los de la Bripac fueron primeros instructores para hacer cursos de caída libre en un sistema acelerado para poder dar la titulación de apertura manual en siete saltos y tres días, en lugar de 40 saltos y dos meses que tardaba” la Escuela Militar de Paracaidismo, en Alcantarilla, que dirige el Ejército del Aire.
También destacan que fueron “los primeros y únicos que han volado con para-motores, y los únicos de todos los ejércitos del mundo que han volado en Afganistán para observaciones aéreas de conducción de prisioneros, reconocimiento de itinerarios...”.
Incluso fueron “los únicos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que estuvieron durante dos meses volando y vigilando las redes ferroviarias de entrada en Madrid después de los atentados de Atocha”.
Así, recuerdan otros hitos en los que la Bripac fue pionera. Hasta deslizan que fueron sus instructores quienes enseñaron a los ‘boinas verdes’ del MOE a realizar los saltos con oxígeno.
“Si quieren ser como nosotros, que se metan en la Brigada Paracaidista. Si un ‘paraca’ quiere ser legionario, se va a la Legión, no convierte los ‘paracas’ en legionarios”, resume uno de estos militares, que destaca que en el campo del paracaidismo el MOE no tiene la historia y la tradición de la Bripac, saltando día a día desde 1954.
Apuntan que estos gestos que, a su juicio, tratan de desmerecer a la Brigada Paracaidista, se deben a las filias y fobias de los altos mandos: “La Bripac, al final, depende de si el JEMAD es del Ejército de Tierra, de la Armada o del Ejército del Aire, y de si el JEME es ‘paraca’, es legionario o es de Operaciones Especiales. Si es de los otros, pues a los ‘paracas’, cera y cera durante esos años”.
