La placa de agradecimiento de los Mossos al CNI por la ayuda tras los atentados de Barcelona y Cambrils
Se cumplen seis años de los ataques terroristas en Barcelona y Cambrils. El 17 de agosto de 2017, varios miembros de una célula yihadista asesinaron a una total de 16 personas, atropellándolas o acuchillándolas, después de que su intento de hacer estallar varias furgonetas bomba en la capital de Cataluña se frustrara al explotar el chalet en el que fabricaban el explosivo.
La proximidad del referéndum de secesión anunciado para el 1 de octubre, y los acercamientos que hicieron el CNI, la Guardia Civil y la Policía Nacional sobre el líder de la célula, el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, cuando estaba en prisión años antes, alimentaron en muchos independentistas la teoría conspirativa de que los servicios de inteligencia, concretamente el CNI, habían provocado el atentado mortal para tratar de abortar los planes hacia la independencia.
El comisario José Manuel Villarejo azuzó esa teoría, al declarar que el CNI cometió un “error de cálculo” en el supuesto plan del entonces director del centro, Félix Sanz Roldán, para “dar un susto a Cataluña”.
Para este mismo 17 de agosto, los Comités de Defensa de la República convocaron una concentración ante la sede de la Delegación del Gobierno en Cataluña, en Barcelona, para denunciar que “el cerebro de los atentados era un sicario a sueldo” del “Estado asesino”.
Pero hasta los Mossos d’Esquadra han desmontado estas teorías. Quien fuera su comisario jefe, Eduard Sallent, ha declarado en más de una entrevista que la colaboración del CNI con ellos fue “absoluta”, como con la Policía Nacional y la Guardia Civil, y que no tuvieron indicios de que el servicio tuviera conocimiento de los preparativos del atentado.
Sobre esa colaboración entre la policía autonómica de Cataluña y el Centro Nacional de Inteligencia tras los atentados de agosto de 2017 hay algo más que esas declaraciones como ha podido constatar El Chivato. Un ejemplo se pudo ver en una visita que Margarita Robles hizo a la sede central del CNI, a las afueras de Madrid, en abril de este año.
A esa visita, el Ministerio de Defensa y el CNI invitaron a periodistas, fotógrafos y operadores de cámara de algunos medios de comunicación, que pudieron ver, principalmente, la Sala de Situación del centro. La agencia Europa Press facilitó a sus abonados una galería de 22 fotografías tomadas ese día. Una de ellas no tenía demasiado que ver con el objeto de la visita, que era presentar una reorganización interna del trabajo de los miembros del CNI.
Se trataba de una metopa, que es un escudo colocado en una base de madera y normalmente colgado en una pared. Las unidades militares y policiales suelen intercambiar metopas en sus colaboraciones y ejercicios conjuntos. En este caso, el escudo era el de los Mossos d’Esquadra, con las cuatro barras rojas sobre oro, de Cataluña. Debajo se podía leer una frase en castellano: “Por la valiosa colaboración en ocasión de los atentados de Barcelona y Cambrils en agosto de 2017. PG – ME”, es decir, Policía de la Generalitat - Mossos d’Esquadra.
Es decir, que la sede del CNI guarda un pequeño recuerdo, una placa que refleja el agradecimiento de los Mossos por la ayuda que el Centro Nacional de Inteligencia les prestó tras los atentados de Barcelona y Cambrils.
