Los policías critican estos días los casos en que fueron imputados por disparar contra personas con cuchillos
El autor del ataque con machete en varias iglesias de Algeciras que mató a un sacristán e hirió a un sacerdote y otras tres personas no se resistió a su detención. Dos agentes de la Policía Local del municipio gaditano que le habían perseguido se lo encontraron arrodillado, rezando, con el machete en el suelo.
Según se ha publicado, no tuvieron que hacer uso del arma de fuego. Uno de los policías utilizó la defensa (la porra extensible) para reducir al atacante, y el otro le colocó las esposas en las muñecas. Pero antes ese hombre se había movido por las calles de Algeciras esgrimiendo en alto un machete de gran tamaño.
El Chivato ha podido comprobar que este episodio ha suscitado en algunos policías nacionales y guardias civiles una reflexión, o más bien un recuerdo amargo, sobre lo que ha sucedido en no pocos casos en los que agentes de las Fuerzas de Seguridad han hecho uso de su arma de fuego ante la amenaza de personas violentas que portaban armas blancas.
Cuatro policías nacionales acudieron a una llamada de urgencia en el barrio madrileño de Vallecas en noviembre de 2021. Un joven de 21 años amenazaba a su familia con un cuchillo. Durante la intervención, el joven atacó a los policías con el cuchillo, y los agentes respondieron disparándole, causándole la muerte. Un juez de Madrid citó a los policías nacionales a declarar como investigados por un posible delito de homicidio. El fiscal pide para ellos cinco años de cárcel.
El Diario.es reveló hace unos días que un guardia civil va a ser juzgado por la muerte de un joven con problemas psiquiátricos que esgrimía dos navajas. Intervinieron doce agentes, y el procesado disparó contra el joven cuando le atacó con las armas blancas.
Cada cierto tiempo se producen sucesos de este tipo, en los que agentes de las Fuerzas de Seguridad se tienen que enfrentar a personas violentas armadas con navajas o cuchillos.
En noviembre de 2020, los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona redujeron a tiros a un indigente que sacó un cuchillo de grandes dimensiones e intentó agredirles. El incidente despertó comentarios críticos contra la “respuesta desproporcionada” de los policías.
Entre los agentes de las Fuerzas de Seguridad, la respuesta ante esas críticas muchas veces es que el uso de pistolas eléctricas (Taser) evitaría tener que disparar con armas de fuego a estas personas armadas con cuchillos o navajas. Los cuerpos policiales se están dotando de Taser, que sin embargo también suscitan críticas por los casos de muertes por ataques cardíacos que han sufrido algunas personas.
Todos estos precedentes llevan a que muchos policías adviertan de la conveniencia de seguir debatiendo cómo lograr una mejor protección para quienes se enfrentan a malhechores armados.
