Presidencia sube un 2,2% el sueldo a sus jardineros
El complejo presidencial de La Moncloa, a las afueras de Madrid, incluye la residencia del presidente del Gobierno, el edificio en el que se reúne el Consejo de Ministros, y otros muchos en los que trabajan altos cargos, funcionarios y asesores del Ministerio de la Presidencia.
También abarca amplias zonas verdes. “Los jardines con que cuenta el Ministerio de la Presidencia formando parte del Complejo de La Moncloa, exceptuando el recinto de Palacio, suman un total de 47.519 metros cuadrados”, indica el ministerio de Félix Bolaños, que considera que “para la correcta conservación y mantenimiento de estas zonas ajardinadas, las cuales incluyen especies botánicas de alto valor ambiental y paisajístico, se hace necesaria la contratación de trabajadores especializados (jardineros)”.
El Chivato ha podido comprobar que Presidencia está buscando una empresa que se encargue de los “Servicios de conservación, mantenimiento y reposición de las zonas ajardinadas del Complejo de la Moncloa”.
Eso sí, los jardineros no cambiarán, sino que seguirán trabajando en La Moncloa los que ya cuidan actualmente del césped, los árboles y las plantas del complejo. “La empresa adjudicataria deberá subrogar al personal que actualmente presta servicio, considerando las condiciones de los contratos de los trabajadores”, exige Presidencia.
En los pliegos de la licitación se indica que para este personal de jardinería “se ha considerado una subida anual del 2,22% respecto al sueldo base del año 2022”, según el Convenio colectivo estatal de jardinería 2021-2024. Al ser trabajadores externos, no se les aplica el aumento del 2,5% de los funcionarios.
Continuarán trabajando en el complejo presidencial un oficial de primera jardinero, dos auxiliares jardineros, y tres jardineros. Además, la empresa que se haga con el contrato aportará un técnico para dirigir este equipo.
En La Moncloa son muy exigentes con los jardineros. Los documentos concretan todo tipo de condiciones, como que la siega “se realizará con la frecuencia semanal precisa para que la hierba no alcance una altura que estética o fisiológicamente suponga un perjuicio para el césped”.
Las plantas en flor se reponen dos veces al año, con flores de temporada. Las praderas de césped se abonan una vez al año, con un abono mineral de liberación lenta, tipo humus plus o similar. Los rosales se deben podar en enero o febrero, “según aconseje el estado vegetativo de las plantas”.
Se presta también mucho cuidado a las plantas de interior en los edificios del complejo. Las macetas se deben regar una vez a la semana, se limpia el polvo de las hojas de las plantas (incluso se les aplica un aerosol para impedir que se pegue el polvo) y se retiran los desperdicios que en ocasiones echa la gente a las jardineras.
Semanalmente, se revisan todas estas plantas de interior para tratar de detectar plagas de pulgón, araña roja, cochinilla, mosca blanca u hongos.
En el Edificio Portavoz, se exige que se plante en sus jardines, patios, zonas de acceso y una galería cubierta “plantas que florezcan en cada periodo de tiempo, de manera que el jardín se mantenga colorido todo el año”.
El objetivo es que las plantas de interior “permanezcan siempre en óptimo estado de conservación, limpias y brillantes”, y que los jardines y patios luzcan “siempre en perfecto estado botánico y ornamental”.
