El ‘tijeretazo’ de Zapatero ha afectado también al jefe del espectacular búnker de La Moncloa
Uno de los lugares más secretos de La Moncloa es su búnker, un espacio subterráneo de tres plantas que Felipe González ordenó construir a finales de los ochenta. Toda persona que entra en él, funcionarios, operarios o albañiles, firma previamente un contrato de confidencialidad en cumplimiento de la ley de Secretos Oficiales.
Fue diseñado para que el presidente del Gobierno y sus colaboradores más cercanos afrontaran en su interior situaciones de crisis que afectan a la seguridad nacional. Fue centro neurálgico de operaciones durante la guerra de los Balcanes, en las treguas de ETA, con ocasión del llamado ‘efecto 2000’, así en fechas tan marcadas como el 11S y el 11M. Cuenta hasta con un quirófano. Se afirma que José María Aznar, cuando accedió a La Moncloa, quedó sobrecogido con las dimensiones del recinto.
Pues bien, los últimos recortes económicos del Gobierno también han afectado a este lugar, poco transitado y conocido.
El pasado 7 de mayo se publicaba en el BOE el cese de José Antonio Lazúen Alcón como director general del departamento de Infraestructura y Seguimiento para Situaciones de Crisis (DISSC) de la Presidencia del Gobierno. O, lo que es lo mismo, el máximo responsable del ‘búnker’ del complejo presidencial ha dejado de ser director general, lo que implica una reducción de su nómina.
De todas formas, no puede ser cesado de su puesto porque Lazúen es funcionario por oposición, le cuentan a El Chivato fuentes de La Moncloa.
