Al alcalde de Londres, Boris Johnson, que devuelve a la ciudad los clásicos autobuses de dos pisos, y con el añadido del diseño de Norman Foster

El peculiar alcalde conservador de Londres, Boris Johnson, está cumpliendo con su promesa de campaña electoral: sustituir los autobuses tipo oruga de su antecesor Ken Livingstone –alias Ken el Rojo por sus ideas izquierdistas- por los clásicos autobuses de dos pisos, parte del paisaje suburbano londinense desde los años cincuenta. El concurso público lo ha ganado el arquitecto Norman Foster, ya famoso en Londres por su rascacielos del 30 de St. Mary Axe o el rediseño del estadio de Wembley. Guinda a una vuelta al pasado de lo más razonable.

 

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