Bella

Tengo esta convicción: la vida, aunque dura, es Bella. ¿Es una frase pre-cocinada para respuestas rápidas a problemas difíciles? ¿No será mejor un adjetivo unido a la vida desde el momento en que empieza a existir? “Vida bella o no, esa es la cuestión” y el gran dilema del siglo XXI.

Tenemos tantas cosas, nos miramos tanto a nuestro ombligo (que por cierto, sigue en el mismo sitio), vamos tan a nuestra bola, que hemos terminado cambiando ese adjetivo más comprometido y exigente, por otros menos complicados y más egoístas: cómoda, fácil, exitosa, sexual.

Eduardo Verástegui es una de esas personas que ha descubierto y se ha convencido de que la vida, toda vida, cualquier vida, es “Bella” y se ha lanzado a la calle a mostrarlo, nada más y nada menos que con una película que está en cartelera y lleva ese título.

En España ha tardado un año en distribuirse por ser políticamente incorrecta, que parece ser la norma de conducta. No deja de ser curioso que valorar la vida, la amistad, la familia, la lealtad, por nombrar algunos de los valores de la película, sea incorrecto, incluso políticamente hablando.

Me uno a la voz de Eduardo y a la de los 25 niños más que hay en el mundo ya que sus madres decidieron no abortar tras ver la película. Que tengan un buen día y disfruten de la vida, que sí, que es Bella; y si no, vayan al cine a comprobarlo.