Fila planetaria de parados
El autobombo y la adulación que la señora Pajín hace de Zapatero es la típica reacción de un "estomago agradecido". La ya famosa declaración, "alucinada" de la Secretaria de Organización del PSOE, causa hilaridad en todo el continente o mejor dicho en todo el planeta.
La España de Zapatero encabeza las estadísticas en Europa de coches oficiales, tiene una mayor densidad de funcionarios, asesores, enchufados y amigos del poder cobrando del casi agotado erario público, además de ser la nación que más rápidamente se endeuda e incrementa su déficit público. Es la que más está padeciendo la inseguridad ciudadana y la que menos confía en su Justicia. La democracia española es, según numerosos expertos y analistas, la más desprestigiada ante sus ciudadanos y la que padece la más intensa degradación en toda la Unión.
Es el país europeo más dañado por el nacionalismo excluyente, independentista y disgregador; es el paraíso que las bandas internacionales señalan como el mejor de Europa para delinquir con mayor impunidad. ¿Para qué seguir?
Y, por último, la "prueba del algodón" de la gestión de Zapatero. En el siniestro paisaje de la España socialista del optimista antropológico aparecen las filas de los nuevos pobres esperando su turno en los comedores de caridad. Son parte de los cuatro millones largos de parados que, por cierto, ya maneja cifras planetarias.
