Heterofóbicos
El día del orgullo gay es una concentración en las calles de diferentes ciudades en la que este colectivo exhibe con orgullo tener esta orientación sexual. Pero no es una jornada de desquite por supuestos agravios -el de la defensa del matrimonio heterosexual por parte de miles de ciudadanos-, porque no los hay.
Normalmente suelen salir a la calle para expresar a su modo -poco compartido por el resto- la legitimidad de su forma de vida, y están en su derecho, siempre que no aplasten los de otros u ofendan a alguien.
Pero este 2 de julio, fecha de celebración de este evento en España, no ha sido igual que otros años, porque ha habido insultos a la Iglesia Católica, acusaciones de homofobia hacía ésta y ataques a cualquier asociación o grupo que tenga una posición contraria a las ideas de éste. Y esto es un modo de cuartar la libertad de expresión, de intolerancia y de deshonra a estas entidades.
La defensa del matrimonio hombre y mujer, y el no estar de acuerdo con la adopción de los homosexuales no es homofobia, ya que sería como decir que sus insultos les convierten en heterofóbicos o "católicofobicos". Además permitiendo estos carteles ofensivos los dirigentes de las asociaciones gay no se hacen respetar, porque lógicamente, ellos no lo hacen previamente.
