Septiembre, sus fiestas patronales y la Virgen

Bajada de la Virgen de los Ángeles en Getafe.
Bajada de la Virgen de los Ángeles en Getafe.

Septiembre, para bastantes españoles, es todavía un tiempo de vacaciones; normalmente, hasta mediados de septiembre. El 8, la Iglesia celebra la Natividad (nacimiento) de la Virgen María, cuya fiesta se remonta al siglo VI en Oriente y al VII en Occidente. Hay otras fiestas marianas en este mes de inicio de curso escolar y de reanudación de las tareas laborales: El Dulce Nombre de María (12 de septiembre), Nuestra Señora de los Dolores (15 de septiembre), Nuestra Señora de la Merced (La Mercé, 24 de septiembre, fiesta mayor de Barcelona).

Algunas Comunidades Autónomas, el 8 de septiembre, coincidiendo con la Natividad de la Virgen, celebran su fiesta regional: la Virgen de Guadalupe en Extremadura (festejan su onomástica muchas extremeñas), la Virgen de Covadonga, en Asturias. Decenas de municipios en España, con nombres diversos para la Virgen, tienen, el 8 de septiembre, su fiesta local; por ejemplo, Nuestra Señora de San Lorenzo en Valladolid, Patrona y Alcaldesa Perpetua de esta ciudad.

Se cumplió la profecía de María en su vista a su prima Isabel: “Me llamarán Bienaventurada todas las generaciones, porque el Señor hizo cosas grandes en Mí” (Magnífica). La devoción a la Santísima Virgen está extendida por el Orbe cristiano: católicos, ortodoxos y anglicanos aclaman a Santa María, la Virgen Madre de Dios, y la veneran con mucho amor. Ella es Reina de Cielos y Tierra, Consoladora de los afligidos, Protectora de navegantes y Reina de la Paz. Bajo su Amparo nos acogemos y le pedimos que nos defienda del enemigo, del demonio , que es nuestro principal enemigo, siempre dispuesto a perdernos con engaños; pero la Virgen Inmaculada le pisa el calcañal. Sin Ella, ninguno escapa del Maligno. San Bernardo de Claraval decía: “en las tentaciones, mira la Estrella, invoca a María”. El Venerable Padre Tomás Morales animaba desde su experiencia: “La Inmaculada nunca falla”. Para ir a Jesús, el camino más corto y seguro es su Madre. De ahí, el lema “A Jesús por María”. 

Vivimos tiempos de gran incertidumbre. Debemos acudir a la Virgen. En estos tiempos de epidemias y demás que se avecinan, es muy importante tenerle devoción y consagrarnos a Ella. A Sor Lucía de Fátima le anunció pruebas muy duras si los hombres no dejaban de ofender a Dios, y se cumplieron (Guerra Mundial…). Antes de morir, Santa Jacinta le hizo estas recomendaciones a su prima Lucía: “A mí me queda poco tiempo para ir al Cielo, pero tú te vas a quedar aquí abajo para dar a conocer la devoción al Corazón Inmaculado de María. Dile a todo el mundo que Dios nos concede las gracias por medio del Corazón Inmaculado de María; que se las pidan a Ella; que el Corazón de Jesús quiere que se venere a su lado al Corazón Inmaculado de María; que pidan la paz al Inmaculado Corazón de María”. Esta frase de la Virgen en Fátima, nos llena de confianza: “Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará”.

 

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