¿Cuánto contamina un libro que no se llega a vender?

La contaminación que genera un libro que no se vende, un libro “devuelto”

Tamara Petkévich: sobrevivir por amor al arte
¿Cuánto contamina un libro que no se llega a vender?.

A pesar de los grandes avances y tecnologías novedosas en la industria literaria, el libro en papel sigue teniendo más demanda que el ebook. Este formato representa el 70 % de la producción actual, aunque el interés por el libro electrónico empieza a crecer de forma progresiva.

¿Por qué este asunto es tan importante? Sobre todo, porque las obras que se quedan almacenadas, o permanecen en las estanterías, son contaminantes. En este sentido, la ecoedición como modelo editorial sostenible es una solución óptima para gestionar el proceso de fabricación, distribución y venta de libros. Está comprobado que este tipo de negocio mejora las prácticas ambientales.

La contaminación que genera un libro que no se vende, un libro “devuelto”

Cada vez son más las editoriales, librerías y lectores que se preocupan por cuidar el medioambiente. Por lo tanto, la idea de generar grandes estocajes sin tener la seguridad de si se venderán todas las unidades, además de ser una inversión no rentable, también afecta negativamente al planeta.

La impresión de un libro en tapa dura con unas 300 páginas equivale a 1 kg de dióxido de CO₂, según la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (ASPAPEL). Esto corresponde a la lectura de 36 libros electrónicos con el mismo porcentaje de páginas. Para comprenderlo mejor, vamos a enumerar los recursos energéticos en este ciclo de vida del libro.

  • Tala de árboles. Como bien sabemos, la madera es la materia prima principal para fabricar papel. Para producir un libro con las características anteriormente descritas se requiere aproximadamente 1,2 árboles (3,6 m³ de madera).
  • Producción de residuos. La fabricación de un ejemplar con 300 páginas genera aproximadamente entre 1,2 kg a 1,5 kg de residuos de media. Cabe destacar que el 16,4 % de la contaminación total tiene lugar en la fase de distribución.
  • Consumo de energía. Tanto para la impresión como para el transporte se necesita 1 kWh de energía. Para hacernos una idea, esto representa el consumo energético de una bombilla durante 10 horas.

¿Cómo reducir ese impacto ambiental?

Aproximadamente, las librerías devolvieron 60 millones de ejemplares el pasado año, según Podiprint. Por lo tanto, si tenemos en cuenta esta información, junto con los datos anteriores, podemos observar la importancia de la impresión de libros bajo demanda, que permite imprimir desde un ejemplar y hacerlo de aquellos títulos que ya han sido vendidos.

De hecho, el Ministerio de Transición Ecológica publicó una guía para impulsar la ecoedición, que se enmarca dentro del Pacto Verde Europeo.

Aplicar el modelo de impresión bajo demanda

La impresión bajo demanda se ha popularizado en los últimos años por el número de ventajas que ofrece. Este modelo de negocio permite generar ingresos sin realizar grandes inversiones, además, reduce la contaminación medioambiental. Por lo tanto, elimina la preocupación por las existencias y se adapta a la realidad del mercado (el 30 % de los títulos que se imprimen no llegan a venderse).

Uso de papel reciclado o de origen sostenible

Otra de las propuestas favorables es apostar por el libro verde o el uso de papel ecológico durante el proceso de producción. El nuevo lector está cada vez más preocupado por la huella ecológica y el impacto medioambiental, por eso, esta opción es ideal para reducir el nivel de emisiones contaminantes.

Si partimos de la base de que los libros en papel resisten en el mercado y son los grandes protagonistas, hay que apostar por un tipo de papel con el certificado medioambiental. Los sellos de certificación ecológica (FSC) garantizan una experiencia más positiva.

 

Uso de tintas y adhesivos no tóxicos

Las tintas contaminantes elaboradas con metales pesados se pueden cambiar por otras con base vegetal, que cumplan con los criterios ecológicos. Asimismo, es conveniente incorporar máquinas de inyección que admitan ese tipo de productos para cumplir con los estándares de calidad y contabilidad.

El volumen de impresión y las tiradas son claves para reducir la contaminación. Por ejemplo, si se imprimen más de 500 libros para una vida útil de 35 años, el sistema offset es mucho mejor, porque el impacto es menor. En otras ocasiones, habrá que valorar la elección de tecnologías digitales por las ventajas que ofrece.

Reducción del consumo de energía en la impresión y el almacenamiento

Llegado a este punto, podemos observar que la generación de libros innecesarios es un problema para el ecosistema. Además, se puede evitar un estocaje innecesario en los almacenes, así como reducir el consumo energético, como un método de racionalización.

Apostar por las energías renovables en esta producción es de vital importancia para hacer frente a la crisis energética actual. El autoconsumo solar es una tendencia en auge por el número de beneficios que ofrece, por este motivo, no hay que descartar esta posible opción.

Promoción de la economía circular a través del reciclaje y la reutilización de materiales

Por último, otra de las acciones para reducir el impacto medioambiental es reutilizar los materiales. El reciclaje alarga la vida útil y promueve la optimización de los recursos que se emplean en esta producción editorial. 

En conclusión, la ecoedición es un modelo de negocio que tiene un futuro muy prometedor y que ofrece excelentes resultados a las empresas. Se trata de una inversión con menos riesgo, que favorece la reducción de las emisiones contaminantes al introducir la gestión sostenible.

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