Los depósitos bancarios prosperan con la digitalización como resorte

Tendencias y contextos actuales

Los depósitos bancarios prosperan con la digitalización como resorte.
Los depósitos bancarios prosperan con la digitalización como resorte.

Los depósitos bancarios son recursos financieros utilísimos, de una oferta en el mercado muy versátil y cargados de ventajas. Las opciones a plazo fijo labran ya una disciplina financiera que acrece la seguridad y la estabilidad del ahorrador. Pero su adaptación al presente digital es síntoma de un cambio de mayor envergadura: el modo en que la realidad y tendencias del cliente pueden afectar incluso a las finanzas. 

Nuevas realidades, nuevos desafíos

Los depósitos bancarios son una herramienta financiera esencial en muchos y distintos ámbitos. Además de proporcionar mayor estabilidad, más rédito y un fácil acceso a los fondos a corte de planificación individual, su existencia es capital para facilitar las transacciones comerciales y mantener viva la rueda bancaria. Por lo que tanto afectan a la estabilidad del sistema financiero de un país como a su crecimiento económico; es una herramienta crucial para que los bancos capten fondos de sus clientes.

Desde básicas cuentas corrientes a los mejores depósitos a plazo fijo —que encauzan un paulatino aumento del capital del cliente con el tiempo—, el sector vive enfrentado a constantes desafíos. Que tanto vienen por parte de la digitalización impulsada tras la pandemia, como a raíz de las nuevas necesidades y la heterogénea competencia generadas por ésta. Hoy, marcadas por la interacción del cliente con la entidad bancaria.

Tendencias y contextos actuales 

Siempre acordes con su momento y lugar, las tendencias de los depósitos bancarios también han tenido que evolucionar. Entre las de más arraigo, las reducidas tasas de interés han persistido para estimular el crecimiento y, más recientemente, en un intento de combatir la inflación. Aunque, a la práctica, su impacto puede ser negativo. Por ejemplo, relajando su rendimiento y expectativas hasta llevar a buscar otra alternativa.

Es en ese punto donde entra el importante peso de los ingentes depósitos en línea. A caballo de la digitalización, prácticamente la totalidad de entidades financieras ya hace tiempo dieron el salto al ecosistema virtual. Consiguiendo simplificar, facilitar y hacer más accesible la actividad financiera, ello, a causa de la menor inversión que precisa un servicio digital y dando así lugar a la proliferación de nuevas entidades financieras.

Expandiendo horizontes financieros

El efecto de la digitalización sobre el sector financiero es palpable en muchos flancos. Por una parte, mejorando los servicios de las entidades y, por ende, el modo en que sus usuarios los abordan y gestionan. Pero, además, gracias a ello han crecido espacios de terceros de gran utilidad para el cliente. Como lo son los comparadores de ofertas financieras. Interesantes, sobre todo hoy día, para conocer las opciones del mercado.

Con una cartera de clientes subyugada a las derivas inflacionarias, buscar opciones más económicas es, más que recomendable, imperativo. Por ello, apostar por productos más innovadores —teniendo en cuenta las necesidades y realidades de más reciente actualidad—, así como también mejorar la experiencia del cliente, se han convertido en reclamos comunes. Este último punto, presentando más avances que ningún otro.

Ahora es el cliente quien decide

Como se ha mencionado, uno de los indicios más claros de las entidades financieras al abrirse paso entre la competencia es el modo en que interactúan con sus clientes. Y la digitalización ha sido el resorte reciente más revolucionario. Gracias a la conectividad, hoy día los clientes gozan de una ubicuidad global. Algo que se traduce en una mayor comodidad en la gestión financiera, eliminando movimientos y demoras presenciales.

Esa misma accesibilidad global, en combinación con el acceso a las entidades mediante aplicaciones móviles, es también causa de una mayor flexibilidad horaria. Pudiendo acceder a estas apps en cualquier momento y lugar, la optimización de sus prestaciones ha permitido a su vez lograr un menor laberinto burocrático. Donde, hoy día, cualquier trámite puede realizarse a distancia, en pocos pasos y con una impecable inmediatez.

 

Finanzas responsables y coherentes

Asimismo, otra de las ventajas de la digitalización de los depósitos bancarios en relación a sus clientes es que ésta, gracias al uso habitual de la red, ha generado clientes cada vez más y mejor informados. Y aunque la importancia de este detalle pueda parecer trivial, ese mayor conocimiento financiero ha logrado crear un hábitat financiero más consciente y responsable. Tanto por parte del cliente, como por parte de las entidades.

En España, por ejemplo, el Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito (FGD) es fácilmente accesible por Internet, gozando además de gran transparencia y oficialidad. Pero la digitalización también ha proyectado las expectativas más allá del territorio nacional. Ante las atractivas rentabilidades que brindan los depósitos fuera del país, impulsando a las entidades nacionales a optimizar y mejorar las suyas propias.

Al fin y al cabo, nivelando sus opciones a la oferta extranjera, las entidades nacionales han reflejado cómo el poder del cliente radica en sus hábitos y tendencias. Bajo el acceso formativo al que la red da acceso, imponiéndose ante éstas como un agente activo, informado, conocedor de su entorno financiero.

Video del día

Abascal: “Hemos asistido a un bochorno internacional de consecuencias incalculables”
Comentarios